Muy románticos
Los mágicos instantes de Christian Gálvez y Patricia Pardo en su escapada a Galicia
La pareja ha compartido detalles de su escapada a la tierra que vio nacer a la presentadora. No podrían estar más enamorados
Este jueves 25 de julio era día festivo en Madrid, celebrándose Santiago Apóstol. Pero en ningún sitio como en Galicia se vive de forma grande esta festividad, como bien sabe una de sus ciudadanas más populares: Patricia Pardo. La presentadora y su marido, Christian Gálvez, han aprovechado el día libre para emplazar el disfrute en el norte de la Península. Huyendo de las altas temperaturas reinantes en plena ola de calor, el matrimonio y su hijo en común han hecho las maletas para instalarse en Galicia, tierra que vio nacer a la presentadora y a la que tanto cariño demuestra siempre que puede en sus redes sociales. Como así acaba de hacer, ahora que ha podido compartir una de sus grandes tradiciones con el nuevo miembro de la familia.
Patricia Pardo ha querido compartir con sus seguidores de Instagram lo bonito que ha sido para ella compartir un día tan importante con su hijo Luca. A través de un vídeo, ha dejado una ventana abierta a sus planes del Día de Santiago Apóstol. Una jornada mágica cargada de emociones y que han disfrutado en familia a lo grande, como así se puede leer en el texto que acompaña al vídeo, en el que la presentadora agradece a su marido haberlo hecho posible: “Gracias, Christian Gálvez, por un día tan especial. Te amo, mi cachito”, le dedicaba a su amor. Por supuesto, a tan bonita declaración no ha tardado la respuesta del presentador, que pronto le ha ido a corresponder con sus propias preciosas palabras: “Te amo mi gallega”.
Tal y como han mostrado en el vídeo, Patricia Pardo y Christian Gálvez han aprovechado el día festivo para hacer un poco de turismo. Son los mejores embajadores de las maravillas de las tierras gallegas y son innumerables las menciones a sus encantos en sus redes sociales. Ahora ellos mismos se muestran disfrutando de algunos de ellos, como de su visita a la catedral de Santiago, mientras daban un agradable paseo por las calles de la ciudad. El tiempo acompañaba y el calor les dio un respiro para poder disfrutar tranquilos de una jornada que, al parecer resultó ser perfecta. Los enamorados quisieron inmortalizar incluso el detalle de su complemento a juego, dos pulseras en las que se podían leer “riquiño” y “riquiña”. También de lo bien que comieron, estimulando sus paladares con la mejor propuesta de la región, donde los percebes no podían faltar.
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