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En un universo digital saturado de filtros, tendencias fugaces y contenido poco auténtico, Marta Pombo ha sabido marcar la diferencia. Con más de un millón de seguidores, la mediana de las hermanas Pombo ha construido una comunidad sólida gracias a su cercanía, su forma directa de hablar sobre la vida. Y, sobre todo, es conocida por el vínculo irrompible que mantiene con su familia.
Lo hemos visto recientemente en el documental de Amazon Prime Video que retrata la vida del clan Pombo. Allí, Marta se muestra tal como es: divertida, honesta y profundamente familiar. A diferencia de muchas influencers cuya vida parece diseñada para las redes, Marta ha logrado que su autenticidad sea su mejor carta de presentación. Y quizás por eso, cada gesto suyo -por más simple que parezca- genera tanta conexión.
Quienes siguen de cerca a la familia Pombo saben que Teresa, la abuela materna, ocupa un lugar muy especial en sus vidas. Madre de Teresa Ribó -conocida cariñosamente como "Sito"-, Teresa no es una presencia discreta en el fondo, es una figura activa, querida y celebrada por toda la familia. De hecho, participó en la despedida de soltera de Marta, compartiendo risas, bailes y complicidad con sus nietas.
Teresa ejerce hoy como abuela y bisabuela, y es habitual verla sumarse a los planes familiares sin perder la energía ni el entusiasmo. Su rol es muy importante para las hermanas, y así lo demuestran publicaciones como la que esta semana compartió Marta Pombo en su Instagram.
En la imagen, tomada en un momento cotidiano, aparecen su abuela y su hija María. La frase que acompaña la foto es tan simple como poderosa: "De las cosas que más feliz me hacen, ver a mi abuela con mis hijas". Un mensaje íntimo que ha calado profundamente entre sus seguidores.
Aunque hoy en día Marta es una figura constante en eventos, alfombras rojas y colaboraciones con marcas, su historia comenzó lejos de los focos. Estudió Sociología y trabajó en estudios de mercado, con planes profesionales más ligados al análisis de comportamientos que al contenido digital. Su incursión en las redes fue casi accidental, impulsada por su hermana María Pombo, quien vio en ella un carisma natural difícil de ignorar.
Poco a poco, Marta fue ganando seguidores, conectando con marcas y, más importante aún, consolidando una voz propia. Una voz que habla sin filtros de maternidad, ansiedad, rupturas, dudas, amor y crecimiento.