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Sorprendente

Nadie reclama los cuerpos de Gene Hackman y su esposa

La Oficina del Médico Forense de Nuevo México exige a sus familiares a ponerse en contacto con las autoridades para obtener los certificados de defunción

Gene Hackman y Betsy Arakawa en Santa Fe Gtres

Ha pasado más de un mes desde que la noticia del fallecimiento de Gene Hackman y su esposa, Betsy Arakawa, sacudió a Hollywood, y aún sus cuerpos permanecen sin ser reclamados. Un silencio inquietante envuelve el caso, avivando especulaciones sobre las razones detrás de la aparente indiferencia de sus familiares.

De acuerdo con el registro de la Oficina de Investigación Médica Forense de Nuevo México, los nombres del legendario actor y su mujer siguen en la lista de "fallecidos no reclamados". Mientras tanto, la web de la institución insiste en que los familiares directos deben presentarse para gestionar los certificados de defunción y coordinar los arreglos funerarios. Pero hasta el momento, nadie ha dado el paso.

Misterio detrás de su muerte

La historia, por supuesto, ha dado pie a una cascada de rumores. ¿Por qué los hijos de Hackman no han intervenido? ¿Hay algún misterio detrás de su muerte? ¿O simplemente es una cuestión burocrática? Lo cierto es que las circunstancias del fallecimiento de la pareja solo han alimentado la curiosidad.

Betsy Arakawa y Gene HackmanGtres

La escena final de Gene Hackman y Betsy Arakawa se desarrolló en la tranquilidad de su residencia en Santa Fe. Según el informe oficial, la muerte del actor fue atribuida a una "enfermedad cardiovascular aterosclerótica hipertensiva", un desenlace acorde a sus 94 años. Sin embargo, la causa de muerte de Betsy resultó mucho más inesperada: hantavirus, una infección rara transmitida por roedores.

El informe forense sugiere que Betsy falleció primero. Y Hackman, en un giro casi cinematográfico, murió aproximadamente una semana después, sin saber que su esposa ya no estaba. Su avanzado Alzheimer le impidió comprender la tragedia que se había desarrollado en su propio hogar. Su cuerpo fue hallado en la entrada de la vivienda; el de Betsy, en un baño.

Pocas veces la vida se permite finales tan melancólicos. Hackman, un titán de la pantalla grande, pasó sus últimos días en una realidad paralela, ajeno a la pérdida más grande de su vida. Y ahora, incluso en la muerte, parece flotar en un limbo.

Queda por ver si sus familiares romperán el silencio o si este será el epílogo definitivo de un hombre que dedicó su vida a contar historias, pero que, al final, dejó la suya en un enigma aún sin resolver.