
Entrevista
¿Por qué el ácido hialurónico está en el banquillo de los acusados?
Habla la Doctora Inés Lipperheide para resolver nuestras dudas

¡Ah, el ácido hialurónico! La estrella indiscutible del relleno dermal, adorado por décadas y, por ende, con uno de los inventos más impresionantes de la medicina estética. Eficacia y seguridad, dos palabras que han bailado en su fiesta durante casi treinta años. Es el rey de los inyectables y, atención, ¡también tiene su antídoto! Algo que ningún otro producto estético filtro del Instagram se atreve a presumir.
Pero, como en toda buena telenovela, las cosas han cambiado. Con la llegada de nuevas sustancias más 'cool' en el mundo de la belleza, el pobre ácido hialurónico está empezando a sonar como un disco rayado. La Dra. Inés Lipperheide , una de los médicos estéticos con más lista de espera de la capital de la clinica DEMYA Martín del Hierro I Amselem, viene al rescate para resolver nuestras dudas.
¿Qué ha pasado con el ácido hialurónico? De ser el mejor relleno a ser el paria de la estética. ¿Qué lo ha hecho caer de su trono?
En un mundo donde lo nuevo es lo que brilla, el hialurónico parece estar saliendo de la pista. Ahora, lo ‘in’ son los exosomas, polinucleótidos y otras palabras que suenan a ciencia ficción. Los tratamientos que llevan años trabajando su magia son como esos chicos que siempre llegan a la fiesta y ya nadie quiere bailar con ellos.
¿Dejará de utilizarse el hialurónico en la medicina estética?
¡Por Dios, no! Seguirá siendo el invitado de honor en nuestra consulta. Es cierto que las modas cambian, y ahora tenemos un arsenal de herramientas y tecnologías para enfrentar flacidez, manchas y texturas. Pero el hialurónico, ese clásico, nunca pasará de moda. Con una buena formulación y las manos adecuadas, sigue siendo la solución estrella para recuperar volúmenes y cualquier arruga que se atreva a aparecer.
Ahora, parece que hay un nublado de desconfianza sobre el ácido hialurónico...
Claro, hay quienes piensan que el ácido hialurónico es como el villano de la película: asociado a huellas estéticas y esas caras sobreinfladas, que más parecen llenar un colchón que hacer justicia. Esos "overfilled" o "pillow faces" que parecen haber pasado la noche abrazando su almohada. ¡Vaya mala fama!

¿Cuáles son sus aplicaciones reales?
El ácido hialurónico es como ese amigo que siempre está ahí: esencial. Natural en nuestros cuerpos y producido por varias células, es el mejor aliado para devolver esos volúmenes y corregir arrugas. Además, es como una esponja que atrapa agua y le da a nuestra piel esa hidratación que provoca el “¡wow!” en los espejos. También es un cicatrizante natural, lo que lo hace un héroe en la regeneración de piel y cartílago.
¿Qué consejos darías a los pacientes inquietos que desconfían?
Siempre escuchen a su médico especialista. Hagan todas las preguntas que quieran, no sean tímidos. ¿Tienen miedo del resultado? No se preocupen, hay una solución: la hialuronidasa puede deshacer cualquier pequeño error. Pocos tratamientos cuentan con esta capacidad de desinflar las cosas tan rápidamente y de forma segura.
En conclusión, el ácido hialurónico sigue siendo el rey en el mundo de la medicina estética, con su propia corona y todo. Así que, ¡a dejarlo hacer su magia!
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