Rafa Nadal, cuatro estatuas para pasar a la posteridad

Todos los días, Rafael Nadal Parera llega a primera hora de la mañana a bordo de su vehículo a las instalaciones de su academia en Manacor donde sigue un estricto plan de recuperación, un proceso que está siendo más lento de lo esperado. Deportivamente, no está siendo el año del tenista más laureado de nuestro país, que arrastra lesión tras lesión y que ya ha desistido de dar una fecha concreta para su vuelta. Cuando sienta que puede competir al máximo nivel, volverá, aunque parece cada vez más complicado. De hecho, ya hay algunas voces que apuntan a la retirada definitiva, pero Rafa no quiere, siente que aún puede dar un poco más.

Pero, si deportivamente la carrera de Nadal parece estar en un punto muerto, a nivel personal este parón forzoso le está permitiendo disfrutar de su faceta de padre. No solo sale a pasear con el pequeño Rafa por los alrededores de su casa en Porto Cristo, sino que está implicado también en los cuidados diarios de su primogénito, que ya tiene siete meses y que, según fuentes cercanas a la familia, guarda un gran parecido con el deportista. Pasar más tiempo en su tierra, además, le está permitiendo reencontrarse con amigos de siempre, poder salir de fiesta por la noche y supervisar de primera mano algunos de los proyectos solidarios desarrollados por su Fundación, entidad dirigida por su mujer, Mery Perelló y que se centra sobre todo en la infancia, los jóvenes y la educación con el deporte y sus valores como base.

A la felicidad provocada por la llegada de su primer hijo, Rafa Nadal ha sumado este año otro nuevo motivo de satisfacción. Y es que el Ayuntamiento de Manacor ya tiene listo el boceto de la estatua con la que se pretender rendir homenaje al tenista, una escultura que será la primera que haya en su ciudad natal. Según publican varios medios locales mallorquines, el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, y el tenista, mantuvieron una reunión en la Academia de Nadal para abordar este homenaje con más profundidad. En esa cita, Rafa pudo ver una recreación virtual de cómo sería la escultura y dio el visto bueno de inmediato. La única condición que ha impuesto el deportista es que se parezca a él, para así evitar polémicas como la que surgió cuando Cristiano Ronaldo inauguró su estatua en el aeropuerto de Madeira; una figura que en nada se parecía al astro portugués.

No quiere un gasto excesivo

Ya con el «sí» de Nadal, el consistorio manacorí ha iniciado los trámites para elegir al escultor que finalmente haga la pieza. Entre los finalistas, hay hasta cuatro escultores internacionales y uno mallorquín, sin que haya transcendido ningún nombre. «Prefiere que no sea un gasto público excesivo. Eso sí, si el artista puede ser mallorquín, pues mucho mejor», declaró a los medios el alcalde de Manacor, Miquel Oliver. Lo que sí se sabe es que no será una figura sino dos y que estarán colocadas en la plaza del Palau, en la zona centro del pueblo y justo frente a la casa familiar. Esas dos figuras representarán al Rafa Nadal actual, vestido de tenista con sus toallas, botellas de agua y raqueta. Las esculturas, según el Diario de Mallorca, estarán hechas en metal, probablemente en bronce, y tendrían un tamaño superior al natural.

Pero el tema no queda aquí. Al parecer, la familia estaría encargando otra estatua de diferentes características para colocarla en la Rafa Nadal Academy y completar así el museo y el complejo deportivo de tecnificación. A ésta, además, se sumaría la réplica, escala 1/10, de la estatua erigida en su honor por la organización del Roland Garros, que le fue entregada hace menos de un mes: la original se expone junto a la entrada general del Jardín de los Mosqueteros en París desde 2021. Nadal busca su paso a la posteridad e inmortalizarse.