
Episodio 2
Secretos, confesiones y comida mexicana: la saga de Las Berrocal se pone íntima
El segundo episodio del reality de las Berrocal mezcla risas, heridas del pasado y mucha verdad. Vicky recuerda a Jesús Quintero, Rocío se lanza al mundo de las apps y Alba opta por el delivery antes que por los fogones

El segundo capítulo de Las Berrocal sigue confirmando lo que ya sabíamos: en esta familia no se guardan nada. Esta semana, la serie documental de Amazon Prime nos regala un episodio cargado de emociones, anécdotas inesperadas y, cómo no, una buena dosis de drama cotidiano al estilo Berrocal.
Uno de los momentos más emotivos llega con Vicky Martín Berrocal recordando al mítico Jesús Quintero. La diseñadora relata cómo, tras su muerte, decidió lanzar su podcast A solas con como homenaje al periodista. Entre lágrimas y orgullo, evoca su propia entrevista con Quintero, cuando aún era ama de casa y estaba casada con el torero Manuel Díaz. Una época muy distinta, pero que aún marca su relato vital.
Comida mexicana en casa de Alba
El episodio también nos lleva a una comida familiar en casa de Alba Díaz, que demuestra que la cocina no es lo suyo. "Soy un cuadro. Si viene mi madre y no hay cena, es el Apocalipsis", confiesa entre risas, antes de pedir comida mexicana. Una decisión que desata la complicidad entre las mujeres de la casa, incluyendo a la matriarca Victoria, que suelta una bomba: tiene una hermanastra que las sigue a todas en Instagram.

Victoria también abre su corazón y narra cómo se quedó embarazada de ella. Una confesión íntima que sirve para reafirmar el vínculo especial que Vicky tiene con su hija Alba, a quien define como "su todo". La convivencia entre madre e hija a lo largo de los años se refleja en cada gesto, cada broma y cada mirada.
Pero quien da la sorpresa es Rocío, que con ayuda de Alba se lanza al mundo de las apps de citas. Confiesa a su entrenador que tiene "un muro de Berlín" con los hombres, algo que atribuye a lo que vivió su madre. "Tenemos una mochila llena de cemento", dice Alba, en una frase que resume perfectamente el peso emocional que arrastran.
Entre historias familiares, traumas heredados y mucho amor sin filtros, Las Berrocal sigue avanzando como un retrato honesto -y a ratos hilarante- de una saga femenina tan mediática como humana.
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