El diario de Amilibia: Él y su flor inmarchitable

El editor y escritor Rafael Borrás, un espejo de España y sus gentes, confiesa sobre Pedro Sánchez: “Ha nacido un con una flor en el culo. No sé si ahora se le marchitará”. Lo de la flor en el trasero no es nuevo: hace muchos años Pablo Porta, presidente de la Federación Española de Fútbol, inventó tal frase para definir la buena suerte del entonces seleccionador nacional, Miguel Muñoz. Fue después de una racha de triunfos; cuando pintaron bastos, el bueno de Miguel anunció: “La flor se ha marchitado”. No aclara ahora Borrás si la flor que ve en el nalgatorio presidencial es la rosa socialista con sus espinas o la rosa liofilizada, que dura cinco años. Unos ven un crisantemo y otros, una siempreviva: depende del cristal con que se mira, ya saben.

Para mayor y mejor información, habría que consultar con Boris Izaguirre si ha observado variaciones en lo que él definió en su día como “paradigma del culo masculino”. De cualquier forma, Él sabe que la flor hay que regarla, y lo hace con muchos proyectos de ley. Cuentan las lenguas viperinas que ahora prepara la Ley Pam para estimular la autoestimulación femenina con la rebaja del IVA en los Satisfyer y otros juguetes apropiados; la Ley Barbarroja, para hacer más difícil o imposible que más multinacionales españolas se conviertan en piratas, tal como ha definido Ione Belarra a Ferrovial, y la Ley Trans B para evitar que muchos directivos de grandes compañías cambien de sexo con el único objetivo de asegurarse un puesto en los consejos de administración.

Porque la Ley de Paridad no es una parida, digan lo que digan. Y Él no reconocerá jamás que su flor se ha marchitado mientras esté rodeado de regaderas.