El diario de Amilibia: Él quiere aprender de la IA

Leo: «La IA (Inteligencia Artificial) se ha convertido en un maestro del engaño. Miente, va de farol y hasta se hace la muerta para burlar la seguridad: las nuevas habilidades humanas de la Inteligencia Artificial inquietan a los programadores». Añadido: «Si estos sistemas perfeccionan este inquietante conjunto de habilidades, los humanos podrían perder el control». Él está muy al tanto de estas cuestiones y de ahí que haya decidido contratar a un centenar de científicos como asesores. Leo: «Cada ministerio, incluido el de Ciencia, contará a partir de octubre con un asesor científico». «Nace la Oficina Nacional de Asesoramiento Científico, un modelo copiado de otros países». Está aceptado que a Él no le importa nada plagiarlo todo siempre que sea por un bien supremo, o sea, Él.

Son muchos los científicos convencidos de que la IA ha aprendido a mentir y recientemente han publicado un artículo, «Los engaños de la IA», en el que cuentan casos de modelos de IA que han mentido, disimulado o adulado a humanos para lograr objetivos. Y que lo hacen con eficacia. Todo esto no ha pasado inadvertido en la Moncloa, que ya cuenta desde hace tiempo con un sistema de IA especializado en la creación de falacias, patrañas y ficciones varias para el adiestramiento de portavoces, por ejemplo. Los analistas de la cosa creen que ahora, con el centenar de asesores científicos, Él quiere conocer a fondo las nuevas y ya citadas habilidades humanas de la IA para ampliar, perfeccionar y renovar su regeneración democrática en marcha.

Y así también podrá dar un carácter científico a su peculiar estilo de legislar por la puerta de atrás y así poder colar en un decreto-ley sobre la pesca del pulpo una disposición adicional por la que los indepes puedan fumar puros en el Parlamento si lo desean. Por ejemplo.