Ni el mejor espectáculo televisivo habría generado tanto impacto como el encuentro de Donald Trump y Zelenski en el Despacho Oval el viernes. La reunión, que comenzó con una calma tensa, terminó en un intercambio de gritos que ha dado la vuelta al mundo. En su indumentaria, Zelenski ya avanzaba que no era el hombre joven y trajeado, de rostro cándido, que se reunió con él en 2019. Esta vez el presidente ucraniano llegaba vestido de guerrero. Sin prolongar el apretón de manos, se paró en la puerta principal con las manos a los costados, claro signo de autocontrol y preludio de lo que estaba por venir.

¿Qué estaba por venir? José Luis Martín Ovejero, experto en comunicación no verbal, ha analizado al detalle la reunión y asegura que jamás había presenciado nada igual en los diez años que lleva dedicándose a estudiar este tipo de situaciones.

Martín Ovejero se detiene en su observación en la llegada del presidente ucraniano. "Nada más bajarse Zelenski del coche oficial, Trump comenta de modo sarcástico, de cara a los medios de comunicación, que se había puesto muy elegante para reunirse con él. No lo hace como un comentario simpático hacia el ucraniano, sino que trata de que lo capten las cámaras. Conclusión: había intención".

En su opinión, no es que al presidente estadounidense le sorprendiese. "Todos sabemos cómo viste desde la invasión rusa, siempre con ropa verde oliva o negra con el escudo de su país. Segundo, porque Trump ya se había reunido con él en alguna ocasión anterior y llevaba el mismo vestuario".

Al comunicólogo le llama la atención que Estados Unidos estuviese representada tanto por Trump como por su vicepresidente Vance, ambos muy activos, mientras que por Ucrania solo lo hacía Zelenski. "Una situación como la vivida, de alta tensión, donde vemos un dos contra uno, deja en inferioridad de condiciones al que va en solitario, no solo por el número, sino porque cuando dos personas defienden la misma postura, los argumentos que no se le ocurren a uno, los tiene el otro. Además, mientras uno interviene, el otro piensa y prepara su siguiente ofensiva argumental".

Destaca también el estilo agresivo de Trump, no solo en palabras, también en gestos, con incontables expresiones faciales de ira y el uso repetido del llamado dedo acusador. "También le ha mandado callar o frenarse en varias ocasiones con el gesto de la mano stop, esto es, extendiendo el brazo y dirigiendo la palma de la mano hacia el otro", señala. Deduce que Trump estaba estresado y lo advierte en su forma de estirarse los lados de su chaqueta. "Lo hace el cerebro para tratar de calmarse".

En cuanto a Zelenski, vio en él microexpresiones de desprecio, ladeando su boca. "Una emoción asociada al sentido de superioridad, aunque sea moral, personal o de inferioridad ajena. Sobre todo, al principio ha transmitido mucho orgullo, levantando la cabeza de un modo muy altivo”. En otros momentos, notó que estaba a la defensiva. “Aunque cruzar los brazos, en la mayoría de las ocasiones puede tener otros significados, en esta reunión creo que era una postura de barrera o rechazo hacia las posiciones ajenas".

También observa que se mantuvo convencido. "Ha estado prácticamente todo el tiempo con su cuerpo hacia adelante, no le he visto retroceder corporalmente y muchas de sus argumentaciones las iba acompañando de miradas directas y gestos ilustradores con sus manos, que se hacen cuando estamos seguros de nuestros argumentos".

El experto cree que Trump no se reunió para negociar sino para humillar. "Ha escenificado un acto de pública humillación contra un presidente extranjero totalmente diseñado a conciencia de manera premeditada. Pero, Zelenski se mostró firme en sus posiciones. No descartaba que esto pudiera suceder".

¿Entonces? A Martín Ovejero le parece un acierto. "El ser humano viene diseñado de manera innata para ayudar a la víctima, a la parte más débil, a quien es humillado. Estoy seguro de que, tras esta reunión, ha conseguido más apoyos Zelenski que Trump (léase Putin). Tras esta reunión, Trump se ha ganado a Putin, pero Zelenski se ha ganado a gran parte del género humano".