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La Yoli: de la guillotina al collar

IU presenta como novedad para la futura legislatura un proceso para la instauración de la III República.

(I-D) La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra; la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la ministra de Igualdad, Irene Montero.
(I-D) La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra; la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la ministra de Igualdad, Irene Montero.Isabel InfantesEuropa Press

Espoleados por la abrumadora presencia de la Princesa Leonor en su mes glorioso o porque están hasta el moño del moño de la dama cadete que ha causado furor en la moda, IU presenta como novedad para la futura legislatura un proceso para la instauración de la III República, proceso en el que le acompaña todo el rojerío plurinacional. Dicen los analistas de la cosa que IU trata así de desmarcarse de Sumar o más propiamente de la Yoli, quien, bien como presidenta adjunta o vice primera, formará parte de un futuro Gobierno que se declara (Félix Bolaños dixit) defensor de la Corona «como una institución central de nuestro sistema político».

Con el ejemplo de un presi en constantes cambios de opinión, me imagino que la Yoli no tendrá ningún inconveniente en rectificar u olvidar (mejor olvidar) aquello que dijera en 2014 en la tele gallega: «España necesita un proceso constituyente para la III República, y lamento que España no haya tenido la suerte histórica, profunda, civil, de haber guillotinado a algún rey». Parece que en aquellos días era partidaria del corte de pelo a navaja. De cualquier forma, su opinión ideológica digna de Robespierre se me antoja más drástica que la de Irene Montero cuando culminó su ideario revolucionario con el eslogan «los Borbones a los tiburones». Del escualo puedes librarte si aciertas a golpearle con fuerza en los ojos, las gallas o el hocico; de la guillotina es más difícil.

El dulce y sonriente cambio de opinión de la Yoli podría coronarse con el encargo de imponer a Doña Leonor, en nombre del Gobierno, el Collar de la Orden de Carlos III que acaba de concederle. Y luciendo un moño como el de la princesa: que se vea la empatía.