Japón

Vettel impone un nuevo orden

VETTEL no ganó la carrera, pero pudo festejar el título
VETTEL no ganó la carrera, pero pudo festejar el títulolarazon

Restan todavía cuatro carreras para completar el calendario 2011 de la Fórmula 1 y ayer Sebastian Vettel se proclamó campeón del mundo de forma matemática. Con estas premisas, la enorme superioridad demostrada por el equipo Red Bull y el piloto alemán ha quedado de manifiesto. Es decir, un equipo que fue creado en 2004, prácticamente de la nada, ha dejado en evidencia a escuderías con tanto peso en la Fórmula 1 como Ferrari y McLaren. Empezaron dando lecciones de márketing con sus acciones publicitarias y ahora la superioridad técnica tan elevada ha quedado patente con los dos títulos conquistados de forma consecutiva por Sebastian Vettel. Ayer en Japón, el piloto alemán apenas debía sumar un punto y esperar lo que hiciera Button. Sin embargo, no quiso conservar y planteó una fuerte batalla contra el propio piloto británico y Alonso, que ofrecieron un final de carrera muy intenso. El de Red Bull arrancó desde la «pole» pero no salió bien. Debió emplearse a fondo para evitar que Button le arrebatara la posición e incluso protagonizó una maniobra defensiva que rozó la ilegalidad, ya que el de McLaren debió escapar por la hierba para evitar el choque. Los comisarios lo estudiaron, pero decidieron no castigar y dejar sin sanción a Vettel. Sin embargo, lo que apuntaba a un paseo militar del joven campeón se convirtió en una pesadilla porque los neumáticos blandos apenas duraban unos giros. Red Bull evidenció la pobre situación con tempranas paradas en boxes mientras que Button y Alonso, que no salió bien pero supo escalar posiciones, eran capaces de estirar un par de giros más las ruedas. Con esa pequeña ventaja, Button pasó a liderar la prueba gracias a la estrategia en boxes mientras que Alonso hacía lo propio con un monoplaza que ya está de «saldo», sin una sola evolución.


Alonso, al 120% del Ferrari
La situación de carrera se puso a favor de Button y McLaren, que se mostraban muy sólidos en cabeza mientras su compañero Hamilton volvía a pelearse con Massa, con un toque incluido que provocó la salida a pista del coche de seguridad para retirar los restos de fibra de ambos monoplazas. El Ferrari F150 ofrece un rendimiento muy diferente en ritmo de carrera y Alonso supo extraer del coche mucho más de lo que ofrece (una vez más, Massa fue el fiel reflejo de la escasa competitividad del monoplaza). Las vueltas avanzaban y los tres primeros clasificados rodaban en un pequeño margen de apenas tres segundos. Vettel llegó a inquietar a Alonso, pero el asturiano dio toda una lección de conducción defensiva y no sucumbió a la presión del alemán que, a pesar de contar con el alerón móvil, no pudo superar al asturiano.

Las cosas parecían decididas hasta que la tabla de tiempos hizo saltar las alarmas en Ferrari. Button bajaba el ritmo y Alonso se encontraba en condiciones de optar a la victoria. Pero fue un espejismo. El McLaren redujo el ritmo durante varias vueltas debido a problemas de consumo de combustible, aunque no supuso un inconveniente para el británico, porque cuando el español se decidió a atacar, Button recibió vía libre para subir revoluciones y poner tierra de por medio. Fue un espejismo para Alonso y Ferrari porque en apenas unos kilómetros McLaren puso las cosas en su sitio. En realidad, la escudería italiana podía haber hecho algo más a nivel estratégico porque en el segundo turno de paradas en boxes podían haber retrasado el paso de Massa para haber frenado a Button, que en ese momento peleaba con Alonso por la primera plaza. Pero nada de nada.

El piloto de McLaren consiguió su tercera victoria de la temporada por delante de Alonso y Vettel, que a pesar de ir sobrado con el tercer lugar para lograr el título no dejó de hostigar a sus rivales. El piloto de Red Bull conquistó su segunda corona consecutiva y definitivamente abre una nueva etapa en la Fórmula 1. No sólo tenía el mejor coche sino que puso en práctica una conducción firme y contundente sin apenas errores. Ahora toca pensar en 2012 y en romper los récords de victorias y número de «poles» en una sola temporada. Por su parte, el español Jaime Alguersuari acabó decimoquinto, aunque no brilló como ocurrió en anteriores carreras.
 

Newey, el diseñador más temido
La creación de un equipo nuevo como Red Bull descansó en dos pilares básicos. El primero fue contratar a uno de los mejores diseñadores de la historia, Adrian Newey, y posteriormente contar en sus filas con el mejor piloto. Y el resultado ha sido devastador para McLaren y Ferrari, que han visto su hegemonía por los suelos con unos recién llegados como principales responsables. Ahora, Vettel quiere el record de «poles», que actualmente ostenta Mansell. Una marca que logró en 1992 con un Williams creado por... Adrian Newey.