Manipulación intencionada

Sevilla
Como propuestas ofreció innovación, sostenibilidad y la capital como motor metropolitano de empleo; la red de metro como base de la movilidad; y la priorización de los recursos ante el fin de la época de bonanza. «Obligó» a Zoido –ambos soportaron el peso del debate– a posicionarse sobre el futuro de las empresas públicas y cercenó sus vanos intentos de ahondar en el escándalo de Mercasevilla –«a los jueces hay que dejarlos trabajar»–. Encaminó constructivamente la cita, estuvo combativo en todos los bloques, y destacó en su intervención final, en la que ofreció una cara desconocida desde hace demasiados años en el seno del Ayuntamiento: la colaboración desde el Gobierno o la oposición –segundos después de haberse declarado seguro vencedor–. Llamó la atención el vacío constante al que sometió a su hipotético socio de gobierno –dijo estar seguro de lograr mayoría suficiente el 22 de mayo–. No hubo ni una sola referencia a Torrijos: «El próximo alcalde seremos usted o yo», espetó a Zoido. Su intención era debatir a dos con éste último y, pese a las reticencias de IU, se salió con la suya.
Manipulación intencionada