París

Nueva cruzada de Sarkozy contra la delincuencia

Para garantizar la seguridad, los colegios tendrán «agentes móviles» y se aumentará la videovigilancia.

Nueva cruzada de Sarkozy contra la delincuencia
Nueva cruzada de Sarkozy contra la delincuencialarazon

Nicolas Sarkozy descolgó ayer su viejo uniforme de ministro del Interior para encarnar, como en tiempos pasados, el papel de «primer policía» de Francia. La tarea se le da bien, porque es buen conocedor del problema: la delincuencia y la inseguridad, temas predilectos sobre los que basó, entre otros, su campaña presidencial y cuyas preocupantes cifras reclaman un nuevo plan de medidas. Así detalló las medidas para doblegar el aumento de crímenes y delitos registrados en los tres últimos meses, al igual que el inquietante recrudecimiento de la violencia y la circulación de armas en las escuelas.En lo que va de año, las agresiones entre alumnos dentro de los centros o en sus alrededores se han disparado. También las cometidas con arma blanca contra el profesorado. De ahí que Sarkozy dé un paso más allá en su cruzada por hacer de la escuela «un santuario» y se proponga dar carácter legal al registro de los estudiantes, una práctica que algunos centros ya realizaban. La norma, que según se prevé entrará en vigor en verano, habilitará a la dirección escolar y al personal de vigilancia «a abrir carteras y mochilas y a obrar en consecuencia si se descubre a un alumno en posesión de un arma», puntualizó. La consecuencia, se entiende, sería su confiscación inmediata.Sarkozy no hizo otra cosa más que retomar las proposiciones de su ministro de Educación, Xavier Darcos, que hace unas semanas se mostró favorable a una especie de «brigada de agentes móviles». No se trataría, según explicó el presidente galo, de una «policía escolar» sino de personal formado a disposición de rectores y responsables educativos para aportar una ayuda rápida ante un problema de índole «pedagógico o disciplinar». Para garantizar la seguridad de escuelas y colegios, Sarkozy propuso, además de ampliar la videovigilancia a estos recintos, la apertura de la reserva civil de la policía nacional a voluntarios, que serían centinelas, tras superar un test de aptitud física y moral.Menos taxativo se mostró en cuanto a la proposición de instalar arcos detectores de metales a la entrada de las escuelas, pero abrió la puerta a esa alternativa: «Por supuesto que es lamentable llegar a ese punto, pero ¿qué podemos hacer si no en tal contexto?», se justificó el jefe del Estado, que dijo no estar «dispuesto» a esperar que «se produzca lo irreparable» para actuar. La medida, que cosechó innumerables críticas en la oposición y el sector educativo, la aprueban ocho de cada 10 franceses, según un sondeo. En su declarada guerra contra la inseguridad, Sarkozy, implacable y decidido a terminar «con la dictadura de los buenos sentimientos», fijó como prioridad la «reconquista» de 25 barrios conflictivos (21 en la región de París) «corroídos por la delincuencia, el tráfico de drogas y de armas».La oposición le acusó de exagerar las cifras con fines electorales para hacer de la inseguridad un rentable argumento de campaña a apenas diez días de los comicios europeos.El terror se adueña de las aulasLas cifras son alarmantes. Entre los pasados meses de septiembre y marzo, el Ministerio de Educación francés ha recibido 251 notificaciones «relacionadas con el uso de armas» en los centros escolares. Desde enero, son 20 los casos mensuales de «actos graves» cometidos en dichos recintos o en sus alrededores, con cuchillos, objetos punzantes y de contusión como barras de hierro. En la mayoría de las ocasiones, las agresiones se producen entre los alumnos o contra ellos por parte de individuos ajenos al colegio, pero los ataques al profesorado y demás personal docente están experimentando un inquietante aumento. Lo más llamativo es la edad de los agresores. Algunos son apenas adolescentes. Sólo tenía 12 años el escolar que esta semana amenazaba a su maestra con una navaja, en la villa Vaulx-en-Velin, en la periferia de Lyon, y 13, él que le asestó una puñalada hace quince días a su profesora de matemáticas para vengarse de la reprimenda que recibió la víspera por un deber mal hecho en la escuela. Éstos son sólo dos ejemplos de una dramática lista que pone de manifiesto el recrudecimiento de la violencia en las escuelas en las que la circulación de armas se ha disparado un 80%.