Bielorrusia

Detenida en la frontera de Bielorrusia con Ucrania la dirigente opositora Maria Kolesnikova

Según la versión del régimen, la dirigente pretendía abandonar el país pero Kiev asegura que se trata de “una expulsión forzada” que ella ha evitado por todos los medios

Ayer, familiares y colegas de la líder opositoraMaria Kolesnikova denunciaban su secuestro, o arresto ilegal por parte de tres encapuchados que la obligaron a meterse en una furgoneta con rumbo desconocido. Dicha versión fue confirmada por un testigo que lo vio todo en el lugar de los hechos, cerca del Museo Nacional de Arte de la capital bielorrusa.

Hoy, el Comité Estatal de Fronteras de Bielorrusia ha informado del arresto de la opositora en la frontera con Ucrania. Al parecer, según fuentes oficiales, Kolesnikova iba acompañada por dos compañeros del llamado Consejo de Coordinación, creado por la oposición para planificar una transición democrática, Ivan Kravtsov y Anton Rodnenkov, que sí entraron en territorio ucraniano.

“Rodnenkov, Kravtsov y Kolesnikova, que viajaban en un automóvil BMW, pasaron el control de aduanas en la frontera y se dirigieron hacia Ucrania. Sin embargo, después, cuando se encontraron con una unidad de la guardia fronteriza, el automóvil aceleró bruscamente, lo que representó una amenaza para la vida de un guardia fronterizo”.

Anton Bichkovski, responsable de la Guardia de Fronteras de Bielorrusia, ha confirmado la detención de Kolesnikova, una de las figuras más destacadas de la oposición bielorrusa desde que comenzaron las masivas manifestaciones en protesta por el supuesto fraude electoral en los comicios presidenciales del 9 de agosto.

“Kolesnikova se encontró fuera del vehículo. De hecho, fue empujada fuera [por sus compañeros] y el coche siguió avanzando hacia Ucrania”.

La versión del Consejo opositor y del ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano tiene poco que ver con lo comunicado por las autoridades bielorrusas.

El viceministro de Asuntos Internos de Ucrania, Anton Gerashchenko, ha afirmado en su página de Facebook que la supuesta huida de los tres opositores ha sido en realidad una “expulsión forzosa”. “Maria Kolesnikova no pudo ser expulsada de Bielorrusia, porque esta valiente mujer tomó medidas para evitar su movimiento a través de la frontera. Permaneció en el territorio de Bielorrusia”.

Según la agencia de noticias Interfax, Kolesnikova llegó a romper su pasaporte para evitar atravesar la frontera. La líder opositora siempre ha mostrado su voluntad de permanecer en Bielorrusia, asegurando en todo momento que tanto ella, como su equipo habían decidido prescindir de cualquier tipo de guardaespaldas porque “no tenía sentido”.

Soy consciente de que ningún número de guardias sería de utilidad si un autobús lleno de policías antidisturbios nos detuviera”, declaraba recientemente la opositora a la edición rusa de la BBC.

La presión en la calle no cesa

El Ministerio del Interior bielorruso confirmó el lunes que las fuerzas de seguridad detuvieron a 633 personas por participar en las manifestaciones del domingo contra el régimen de Lukashenko, según la agencia de noticias estatal Belta. El Ministerio del Interior indicó que las personas fueron arrestadas por incumplir la legislación sobre eventos masivos con su participación en las protestas y señaló que en la jornada del domingo se registraron 42 movilizaciones en varios puntos del país que congregaron, según sus cálculos, a unas 31.000 personas.

Según DPA, decenas de miles de personas participaron en la manifestación contra Lukashenko celebrada ante el palacio presidencial en Minsk. Varios observadores señalaron que la marcha contó con la asistencia de al menos 100.000 personas Bielorrusia está inmersa en una grave crisis desde la proclamación del resultado de las elecciones presidenciales de agosto, consideradas fraudulentas por la oposición y que han llevado a las mayores manifestaciones de la historia reciente del país.

En las últimas semanas, el régimen que preside Alexander Lukanshenko, apoyado por Rusia, ha intensificado la represión de las protestas con detenciones de decenas de manifestantes y también de periodistas y de activistas opositores.