Nueva Zelanda

Nueva Zelanda vota si legalizar la eutanasia y la marihuana

Las consultas coinciden con unas elecciones generales en las que la laborista Jacinda Ardern parte como gran favorita para revalidar su mandato

La "premier" neozelandesa, la laborista Jacinda Ardern, se reúne con simpatizantes en el cierre de campaña en Auckland
La "premier" neozelandesa, la laborista Jacinda Ardern, se reúne con simpatizantes en el cierre de campaña en AucklandSTRINGERREUTERS

Nueva Zelanda, haciendo honor a su tradición de situarse en la vanguardia de los avances sociales, se convertirá el sábado en el primer país en someter al voto popular la legalización de la marihuana recreativa y de la eutanasia voluntaria.

Las consultas coinciden con las elecciones generales que el próspero país oceánico celebrará este fin de semana y las encuestas auguran que saldría victorioso el voto en favor de la eutanasia, que es vinculante, mientras que es probable que la legalización de la marihuana recreativa sea rechazada en una votación no vinculante.

Nueva Zelanda “sigue siendo progresista y liberal” a pesar de que la pandemia de covid-19 ha avivado algunas ideas “nacionalistas y proteccionistas”, señaló a Efe Jennifer Lees-Marshment, politóloga de la Universidad de Auckland y autora de 16 libros.

Mañana, y en paralelo a los comicios generales en los que el Partido Laborista de Jacinda Ardern se perfila como claro favorito, con lo que ésta revalidaría su mandato, los neozelandeses también decidirán si se legaliza la eutanasia.

El proyecto de ley, que fue aprobada el año pasado, permitirá que un médico administre una droga letal a un adulto al que le quede un máximo de seis meses de vida y sea víctima de una enfermedad terminal insufrible, siempre que el paciente lo haya solicitado de forma consciente y voluntaria.

Una encuesta realizada este mes por la consultora Reid Research señala que esta propuesta, que cuenta con el apoyo público de la primera ministra, sería aprobada con un 61,6% de los votos frente a al 25,5% de votos negativos.

Las objeciones a la ley que plantea la campaña del no se centran en que no existen suficientes salvaguardas para evitar que los enfermos terminales sean presionados a someterse a la eutanasia o un tiempo de reflexión suficiente entre la toma de decisión y el procedimiento.

En el país oceánico, donde el 80% de sus cinco millones de habitantes reconoce haber probado la marihuana antes de cumplir los 21 años, puede seguir los pasos de países como Canadá o Uruguay si la mayoría de los votantes se inclinan a favor de la legalización de su consumo, venta y posesión restringida.

La propuesta consiste en que las personas de al menos 20 años puedan comprar un máximo de 14 gramos de marihuana al día en establecimientos autorizados o cultivar hasta dos plantas o un máximo de cuatro por vivienda compartida con otro adulto.

Un reciente sondeo realizado por la empresa UMR por encargo de la Fundación Helen Clark apunta a que un 49% votará por el sí y otro 45% por el no.

Si se mantuviera esta tendencia, no se lograría el 50% necesario en este referéndum, sobre el que Ardern ha evitado revelar su opción a pesar de haber confesado que consumió esta droga en el pasado.

El “laboratorio social” del mundo

La pequeña y remota nación de Oceanía está acostumbrada a aprobar políticas en favor de la justicia social incluso mucho antes que otras democracias más antiguas.

A mediados del siglo XIX, Nueva Zelanda creó escaños indígenas en el Parlamento y albergó campañas en favor de la jornada laboral de ocho horas, mientras que en 1893 reconoció el derecho de las mujeres a votar, que Estados Unidos y Reino Unido no otorgarían hasta después de la Primera Guerra Mundial.

Las reformas sociales y democráticas introducidas en el país entre 1890 y 1920 le granjearon el apelativo de “laboratorio social” del mundo y suscitaron la atención de observadores progresistas de la época y, en tiempos modernos se ha opuesto a las pruebas nucleares o ha apoyado la lucha contra el cambio climático.