Opinión

Bréxit, al final un acuerdo

Reino Unido y la UE pactarán los puntos que quedan por resolver

Bruselas y Londres se han dado una tregua navideño para continuar las negociaciones el año que viene,
Bruselas y Londres se han dado una tregua navideño para continuar las negociaciones el año que viene,DPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Todo presagia que la UE y Reino Unido llegarán finalmente a un acuerdo que regule la salida de los británicos del esquema de integración europeo. La ruptura abrupta no es predecible puesto que es difícil que los puntos que quedan por resolver no encuentren una solución mínimamente satisfactoria para ambas partes aunque, desde luego, en las relaciones internacionales todo es posible.

Estimando que el acuerdo está a punto de alcanzarse, los negociadores europeos deben estar muy atentos en estas últimas horas y en su estrategia debe primar la defensa de los genuinos intereses de la UE, a pesar de que toda negociación suponga siempre concesiones de una y otra parte. Lo cierto es que se aproxima el final de una historia que parecía interminable.

El recorrido que ha tenido lugar desde que los británicos decidieron abandonar la UE, confirma que las autoridades de Londres han aceptado, aunque nunca lo reconozcan, que no ha sido una buena opción abandonar el espacio europeo. Sin embargo, para los 27, la salida de Reino Unido traerá a largo plazo más ventajas que inconvenientes, independientemente de que determinados sectores de la economía y el comercio sufran, en una primera fase, consecuencias negativas que los socios deben dulcificar por todos los medios a su alcance.

El resultado final es que Bruselas tendrá menos obstáculos para acrecentar la integración y sentar las bases de una unión cada vez más estrecha. El ritmo de la integración debe acelerarse a consecuencia de la retirada de Reino Unido y, más todavía, en tiempos de pandemia y con las dificultades que se atisban en el horizonte de la escena internacional. El abandono de Reino Unido no debe ser interpretado como una mala noticia sino que abre una nueva oportunidad para una integración europea más leal y cierta.