Abusos
Promete esperar a su novia, una profesora condenada por acostarse con un alumno de 15 años
Daniel, pareja de Kandice Barber, ha asegurado que mantendrá fidelidad durante los seis años de cárcel a los que ha sido condenada
El amor es ciego. Es un dicho popular que cobra todo el sentido del mundo en el caso de Daniel, quien ha asegurado que esperará los años que hagan falta a que su novia salga de prisión, donde cumple una condena de seis años y dos meses tras ser declarada culpable por tener sexo con un alumno de 15 años y enviarle fotos íntimas por la red social Snapchat.
Ella es Kandice Barber, de 35 años, profesora, pareja actual de Daniel y madre de tres hijos, quien no solo deberá pagar con una pena de privación de libertad sino que además ha quedado inhabilitada para trabajar con niños y adultos vulnerables y está sujeta a una orden de prevención de daños sexuales de por vida.
Durante el juicio se supo que la profesora comenzó a enviarle mensajes a un alumno en 2018 y que éstos finalmente acabaron teniendo un carácter sexual. Llegó un punto en el que Barber recogió al adolescente en su coche y le llevó a lugar aislado donde tuvo relaciones sexuales con él. Después de ese día, ella siguió enviando fotos en topless, que fueron mostradas al jurado. Según la prensa inglesa, la profesora estaba tan obsesionada con el sexo que se habría gastado miles de euros en lencería y corsés, juguetes, esposas, látigos y máscaras para sesiones con su pareja.
Durante de juicio, el juez le dijo: “No importa si usted es mujer y la víctima es un hombre. Envió imágenes, incluida una foto suya en topless y un vídeo en el que se estaba masturbando. Todos estos actos suponen una planificación significativa”. “Se aprovechó de un niño a su cuidado y lo preparó para su propia satisfacción sexual.” El magistrado también criticó las amenazas de la profesora para que el chico cumpliera con sus deseos de permanecer callado.
La insólita historia de Barber siguió con ella pidiendo al menor que no revelara su relación ni mostrara las imágenes íntimas, pero el chico guardó algunos pantallazos, por lo que ella llegó a amenazarlo e incluso le acusó de violación.
La víctima acabó explicando que esta experiencia le ha dejado una secuela tal que su rendimiento académico se vio visiblemente afectado. La vida se le estropeó a este alumno que tuvo que mudarse con su familiar de casa y de país y que ha tenido que asistir a dos juicios.
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