Europa

Elecciones en Alemania

Merkel entra en campaña con Laschet entre un diluvio meteorológico y abucheos

La canciller alemana vuelve a alertar de un tripartito del SPD con los ex comunistas desde su distrito electoral durante 30 años

La canciller alemana apoya al candidato electoral de la CDU, Armin Laschet, en la localidad báltica de Stralsund
La canciller alemana apoya al candidato electoral de la CDU, Armin Laschet, en la localidad báltica de StralsundBernd WustneckAP

La canciller alemana, Angela Merkel, entró hoy en campaña por el candidato conservador a sucederla, Armin Laschet, desde su cuna política, junto al Báltico y entre un diluvio meteorológico y de protestas.

“Este es el más hermoso distrito de Alemania”, saludó la líder alemana a sus seguidores, en la plaza mayor de Stralsund, su distrito electoral desde que entró en política, hace 30 años.

El próximo domingo, con las elecciones generales, está en juego “la dirección futura de Alemania”, afirmó. Laschet es “garante de fortaleza económica y puestos de trabajo”, mientras que su principal rival, el socialdemócrata Olaf Scholz, “no descarta una alianza con La Izquierda”, advirtió Merkel.

“No da igual quién gobierne nuestro futuro”, sostuvo Merkel ante las primeras generales desde 2005 en las que no lidera ella a los conservadores, puesto que tras los comicios se retirará del poder.

Merkel respaldó así públicamente a Laschet, por primera vez junto a la canciller en un acto popular de campaña, mientras desde detrás del cordón de seguridad resonaban los abucheos de sus contrarios.

El grito más frecuente era el de “Hau ab” -“esfúmate”-, junto a los que denunciaban la “dictadura” que imputan a Merkel por las restricciones derivadas de la pandemia.

Entre los que protestaban había individuos identificables como “Querdenker” -el movimiento de los llamados “Transversales”, en el que se mezclan antivacunas, ultraderecha y defensores de teorías de la conspiración. También seguidores del Partido Nacional Democrático (NPD), organización neonazi marginal contra la que se impulsaron varios procesos de ilegalización, sin éxito.

Merkel se había despedido ya de su oficina en Stralsund hace dos semanas, en una visita con poco eco, fuera de los medios locales. Entonces recorrió sus calles bajo el sol, tomando helados junto con el alcalde de la ciudad, Alexander Badrow, de CDU, y su sucesor local, al aspirante al mandato directo, Georg Günther, de 33 años.

En el número 29 de la Ossenreyerstrasse sigue teniendo una mínima oficina, o al menos así consta en el buzón y en el cartel colgado ante la puerta, vecina a una tienda de “souvenirs” del litoral báltico, punto de máxima atracción para el turismo interno alemán.

Ahora regresó en la recta final ante las elecciones, determinada a apoyar a Laschet, tal como le ha venido pidiendo el partido. Merkel se había mantenido al margen de la campaña, hasta que el nerviosismo hizo mella en su bloque ante el ascenso en los sondeos de su vicecanciller y ministro de Finanzas, Olaf Scholz.

El respaldo de última hora de Merkel, quien dejará el poder tras 16 años con una extraordinariamente buena valoración ciudadana, es la última esperanza de Laschet para remontar. Su bloque sigue cuatro puntos por debajo del Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz -con una estimación de voto del 26 %-, aunque ha recuperado posiciones.

En campaña con Laschet

Merkel estará en esta recta final de la campaña en tres puntos estratégicos. A Stralsund, su cuna política, seguirán Múnich, el viernes, y finalmente Aquisgrán ciudad natal de Laschet, el mismo sábado.

Con el acto en Múnich se tratará de mandar una señal de cohesión, tras el duro pulso mantenido por la designación del candidato conservador entre Laschet y el líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), el derechista Markus Söder.

Aquisgrán tendrá una última ocasión para pedir el voto para Laschet, ya que en Alemania no hay jornada de reflexión, aunque los grandes actos de campaña se celebran tradicionalmente el viernes.

Hasta ocho veces obtuvo Merkel su escaño del Bundestag por esa ciudad. Ahí logró su primer puesto de diputada al Bundestag (Parlamento), en 1990, el mismo año en que ingresó en la CDU.

Merkel optó por ese lugar para iniciar su carrera en lugar de Templin, la ciudad asimismo del este donde pasó su infancia y parte de su juventud.

En pleno proceso reunificador tras la caída del muro berlinés, la CDU buscaba nuevos rostros de políticos sin vínculos con el extinto régimen comunista. Lo encontró en esa por entonces joven científica, hija de un pastor protestante y una maestra llegados en 1954 al este de Hamburgo.

Treinta años después de la reunificación, el litoral báltico no es territorio fácil para la CDU. El “Land” de Mecklemburgo Antepomerania, donde está Stralsund, celebra el domingo elecciones regionales junto a las nacionales. Se espera una cómoda victoria para el Partido Socialdemócrata (SPD) de la jefa del Gobierno regional, Manuela Schwesig, ex ministra de Merkel.