Rusia

Politkovskaya: un crimen sin autor intelectual 15 años después

La periodista de investigación rusa fue tiroteada en el ascensor de su casa en Moscú en 2006. Cinco hombres fueron condenados, pero la familia y sus amigos creen que el inductor del atentado sigue en libertad

Anna Politkóvskaya
Anna Politkóvskayalarazon

El 5 de octubre de 2006, en su última aparición pública, la periodista rusa Anna Politkovskaya afirmó: “Estoy llevando a cabo una investigación. Se trata de torturas que se cometen y se han cometido en las cárceles de Kadirov (líder checheno). Esas personas fueron secuestradas por los hombres de Kadirov, no se sabe exactamente por qué. Mi único sueño es que Kadirov se siente en el banquillo de los acusados y se haga justicia”. Dos días después, el mismo día que el cumpleaños de Vladimir Putin, moría tiroteada en el ascensor de su casa en el centro de Moscú.

Pese a las amenazas y a un intento de envenenamiento, la reportera decidió seguir viviendo en Rusia hasta aquel aciago día en que un pistolero a sueldo le dio cuatro tiros, uno de ellos en la cabeza, cuando la periodista yacía ya muerta. Sus investigaciones sobre la represión ejercida por Rusia durante la segunda guerra de Chechenia (1999) le granjearon numerosos enemigos en las élites políticas de ese país. Se cree que fue allí donde se dio la orden de su asesinato cuando tenía 48 años.

Globos deseando un infeliz día de cumpleaños a Putin en una protesta en la embajada rusa de París, en el 15 aniversario del asesinato de la periodista Politkovskaya
Globos deseando un infeliz día de cumpleaños a Putin en una protesta en la embajada rusa de París, en el 15 aniversario del asesinato de la periodista PolitkovskayaMichel EulerAP

El crimen provocó una ola de indignación en Rusia y en todo el mundo. Shaun Walker escribió en The Guardian: “El asesinato que acabó con la libertad de prensa en Rusia”. Cuando Vladimir Putin visitó la ciudad de Dresde unos después del asesinato de la reportera hubo manifestantes que lo llamaron “asesino”.

Tras varios procesos judiciales y ocho años de investigación, en 2014 cinco hombres fueron declarados culpables de haber organizado, ejecutado o participado en el asesinato de Politkovskaya, entre ellos el ex policía ruso Dmitri Pavluchenkov,quien reconoció haber organizado el crimen pero no reveló la identidad del autor intelectual del asesinato. El checheno Lom-Ali Gaitukayev, otro organizador logístico del crimen, murió en 2017 en la prisión.

Sus familiares y amigos no consideran el crimen resuelto, quieren saber quién fue la persona que dio la orden de disparar. El editor de Politkovskaya ha denunciado esta semana la prescripción penal del crimen, una medida que evitaría juzgar a los autores intelectuales. “El jueves, los artífices escaparon oficialmente de la responsabilidad penal”, lamentó la revista en la que trabajaba la periodista, Novaya Gazeta. Los editores de la publicación pedirán ahora a los tribunales “la reapertura de la investigación sobre el asesinato de Politkovskaya hasta que sea revelado el nombre de la persona que dio la orden”.

Anna Politkovskaya, un ejemplo de periodismo comprometido e independiente en Rusia, nació en 1958 en Nueva York, hija de una pareja de diplomáticos de Ucrania. Estudió Periodismo en Moscú, escribió para varios medios de comunicación y, a finales de la década de los 90, se hizo conocida como reportera de la reputada revista Novaya Gazeta. Politkovskaya viajó a menudo al Cáucaso norte y escribió reportajes muy premiados sobre muerte, tortura y secuestros por ambas partes. Politkóvskaya dejó escritos libros como “La Rusia de Putin”, en el quecriticaba al jefe del Kremlin y su deriva autoritaria, “Diario ruso” y “Chechenia”. Cuando le preguntaron qué había que hacer para mejorar la vida en Rusia dijo: “Los periodistas deberían escribir, los políticos deberían protestar en vez de vivir rodeados de lujos y los funcionarios deberían dejar de robar a la gente que no tiene dinero”.

En 2004 fue galardonada en Suecia con el Premio Olof Palme para los Derechos Humanos, y en España con el Premio Internacional de Periodismo Manuel Vázquez Montalbán.

Otras voces incómodas asesinadas

Rusia se ha convertido en un país complicado para ejercer el periodismo, señalan las ONG independientes y periodistas críticos con el Gobierno de Putin. Desde 1991, más de 350 periodistas ha muerto o desaparecido en Rusia. Los críticos con Putin siguen hoy en el punto de mira, como lo demuestra el encarcelamiento del opositor Alexei Navalni. No solo los periodistas que osan critican al Gobierno están en la diana. En 2015, el líder opositorBoris Nemtsov fue asesinado a balazos en el puente que atraviesa el río Moscova en plena capital rusa. Nemtsov había sido una estrella política con aspiraciones presidenciales en la década de 1990, que apoyó a Putin en 2000 pero que acabó desencantado con el nuevo régimen moscovita.

En 2013, el oligarca y multimillonario ruso Boris Berezovskifue encontrado sin vida en su casa cerca de Londres. Berezovski era un enemigo de Putin y apoyó financieramente a la oposición rusa. La autopsia reveló que murió estrangulado. Un juez declaró en marzo de 2014 que no se podía determinar con total certeza si Berezovski se suicidó o si fue asesinado.

La lista rusos prominentes asesinados incluye a Alexander Litvinenko, un antiguo agente del servicio secreto ruso que fue envenenado en Londres en 2006 con polonio-210. El espía había sido despedido de los servicios secretos de Rusia después de haber denunciado públicamente en 1998 que sus superiores le habían ordenado matar a un importante hombre de negocios.