Congreso del SPD

Respaldo mayoritario de los socialdemócratas alemanes a la “coalición semáforo”

Con la pandemia descontrolada, Olaf Scholz asumirá el miércoles la cancillería de Alemania sin aún tener nombrado al futuro ministro de Sanidad

Olaf Scholz, el futuro canciller de Alemania, celebra la votación en el congreso de su partido, el SPD
Olaf Scholz, el futuro canciller de Alemania, celebra la votación en el congreso de su partido, el SPDRAINER KEUENHOF / POOLEFE

El partido socialdemócrata alemán SPD ha votado este sábado en un congreso extraordinario con una abrumadora mayoría del 98,8% de sus alrededor de 600 delegados a favor de aprobar el acuerdo de coalición que llevará a su candidato Olaf Scholz a ser el próximo canciller de Alemania. La votación está prevista para el miércoles en el Bundestag, si los otros dos partidos de la llamada coalición del semáforo aprueban asimismo dicho acuerdo. El partido liberal FDP hará lo propio mañana en otro congreso extraordinario y el partido verde (Die Grüne) dará a conocer el miércoles los resultados de una consulta a sus bases al respecto.

Olaf Scholz se mostraba triunfal en el congreso de su partido y comparó su llegada a la cancillería con el gobierno de Willy Brandt en 1969 que supondrá «un cambio similar en el país». Scholz y su partido saben que el primer gran reto que habrán de afrontar es la pandemia. Es por eso que el futuro canciller aseguró que han nombrado al general del Ejército Carsten Breuer como director del Gabinete de Crisis, «para que todo marche sobre ruedas». Sin embargo, en el país esperan impacientes el nombramiento del que será el nuevo Ministro de Sanidad, que a día de hoy sigue siendo uno de los mayores interrogantes de dicha coalición y que será determinante para manejar la pandemia.

El experto en salud del partido, el médico Karl Lauterbach, ha sido una de las figuras más visibles de la oposición durante toda la pandemia. Los analistas aseguran que Lauterbach no tiene buenas relaciones con Scholz, al tiempo que su popularidad para el puesto lidera las encuestas. Lauterbach ha sido un defensor de las medidas más estrictas para contener al virus desde el principio de la pandemia de coronavirus y le han tachado en muchas ocasiones de alarmista.

La incidencia está bajando levemente en los últimos días gracias a las medidas decretadas en Alemania, pero se mantiene en un valor alto, con más de 400 infecciones por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días. Se registraron 378 defunciones el viernes, 65 más que la semana pasada. Los tres estados con la mayor incidencia y la menor tasa de vacunación están todos en el este de Alemania y en algunos de sus distritos se llega a los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes. En Mittelsachsen este valor llega hasta 2.140. En la última semana, el avión medicalizado del Ejército ha tenido que transportar pacientes en estado crítico entre los diferentes estados porque no hay más camas de UCI en algunos hospitales.

Es por ello que la todavía canciller en funciones Angela Merkel animó a la población en su despedida oficial el pasado jueves a que se vacune, así como en su último podcast este mismo sábado: «Tenemos la llave en nuestra mano», dijo. Explicó que «lo más importante para mí en estos días» es la inmunización de la población, ya que un tercio de los ciudadanos sigue sin querer ponerse la vacuna contra la covid. «Tenemos UCIs desbordadas, pacientes que tienen que ser transportados en avión por toda Alemania y un número espantosamente alto de personas a las cuales todos los días el virus les cuesta la vida».

Mientras tanto, en varias ciudades alemanas se produjeron protestas de negacionistas de la pandemia. En Sajonia un grupo de manifestantes con antorchas desfiló ante la casa de la Ministra de Sanidad de dicho estado, Petra Köping del SPD. El ministro del Interior en funciones, Horst Seehofer, de la CDU, aseguró al diario “Bild am Sonntag” que «no es una protesta legítima», ya que se trataría de amedrentar a una representante del estado y añadió que le recordó «a los capítulos más oscuros de nuestra historia».

El ministro cree que con la vacunación obligatoria que plantea el gobierno para el próximo febrero el movimiento anti-vacunas se radicalizará más. En Frankfurt otra protesta fue disuelta también por la policía, ya que según ésta, los participantes no respetaron ni la distancia de seguridad ni llevaban mascarillas.