La UE avanza en la Europa de la defensa con la coordinación del envío de armas a Ucrania

Histórica reunión de los ministros de Defensa de la Unión Europea. Por primera vez los representantes de seguridad de los Veintisiete se reunieron ayer por videoconferencia, asistidos por el alto representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, para analizar el envío de armamento a Ucrania, sin la presencia de los titulares de Exteriores. Una reunión que no es baladí ya que la invasión rusa podría convertirse en el estímulo necesario para que Europa ponga en marcha su política de Defensa común para hacer frente a los nuevos desafíos en seguridad en el nuevo orden multipolar. Históricamente ha habido reticencias entre los miembros, en parte, porque las amenazas a la seguridad son distintas, sin embargo, la actual crisis está impulsando una coordinación nunca antes vista.

Tras los titubeos iniciales, la Unión Europea está decidida a poner toda la carne en el asador para auxiliar al ejército ucraniano en su lucha contra Rusia. Los Veintisiete acordaron un impulsar un centro para intercambiar información sobre las peticiones de ayuda militarpor parte de Ucrania y las ofertas de asistencia por parte de los Estados miembros. Durante la reunión evaluaron la situación con los mandos militares comunitarios y acordaron cómo gestionar su ayuda y cómo emplear los 500 millones de euros de fondos comunes que sus homólogos de Exteriores acordaron movilizar el domingo en armas y equipos no letales para apoyar a los ucranianos ante el invasor ruso. Tal y como reconoció el máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, con esta decisión el club comunitario rompe un tabú ya que es la primera vez que destinan dinero europeo para financiar armas.

Aunque el político español no quiso dar demasiados detalles debido a la necesidad de preservar la confidencialidad, explicó que estamos hablando de «material defensivo, armas y municiones de todos los calibres que le permita ( a Ucrania) defenderse de la agresión» Polonia se ofreció como centro logístico para almacenar estas armas que llegarán a Ucrania a través de los países fronterizos.

Borrell también aclaró que este dinero de 500 millones de euros no es suficiente para poder comprar cazas –una de las demandas de Ucrania en las últimas horas– por lo que tienen que ser los Estados miembros que disponen de este tipo de aviones militares los que decidan si ponen al servicio de Kiev estas armas.

En los últimos días una veintena de países europeos han enviado armas al país asediado por el ejército de Putin. El punto de inflexión se produjo este sábado cuándo de manera sorpresiva el gobierno alemán presidido por Olaf Scholz rompió su política de hace décadas al anunciar el suministro a Ucrania de mil lanzagranadas antitanque y 500 misiles de defensa aérea. Hasta el momento, Berlín se había negado a ayudar con material letal e incluso había vetado este armamento proveniente de terceros países si habían participado en su construcción empresas alemanas. Finlandia, país conocido por su neutralidad, también se unió ayer a la lista con el anuncio de 2.500 rifles de asalto y 1.500 armas ligeras antitanques. Unas decisiones que eran impensables hace unos días.