Elecciones en Francia

Stéphane Vojetta: “Hay que dar a Macron la capacidad de gobernar porque salió reelegido”

El candidato de la mayoría presidencial tras el fracaso de Valls advierte de las pulsiones bolivarianas de Mélenchon

Diputado del partido de Macron, Stephane Vojetta.
Diputado del partido de Macron, Stephane Vojetta.Jesús G. FeriaLa Razon

Se ha recorrido más de 5.000 kilómetros en su campaña electoral por la Península Ibérica. Entre su paso por Sevilla y las Islas Canarias, Stéphane Vojetta realiza una parada técnica en Madrid, donde atiende a LA RAZÓN. El diputado de la Asamblea Nacional por La República En Marcha y candidato por la 5ª Circunscripción logró pasar a la segunda vuelta de las legislativas con el 25,39% de los votos de los franceses en Portugal, España, Andorra y Mónaco. Este domingo se enfrentará al candidato de NUPES, Renaud Le Berre, en las legislativas de Francia.

¿Puede haber «cohabitación» en Francia?

No creo que ocurra. Es un escenario todavía muy improbable, aunque por supuesto la izquierda unida bajo la bandera de NUPES finge creer en ello y Mélenchon fantasea con acabar como primer ministro en Matignon. Sin embargo, viendo las cifras es más bien probable que la izquierda consiga entre 150 y 200 escaños, lo cual queda muy lejos de poder formar una mayoría. La verdadera duda que surge ahora es si de verdad las formaciones políticas agrupadas lograrán ser capaces de conformar una mayoría, es decir, superar los 289 escaños. De momento, parece que va a estar bastante reñido.

¿Qué supondría para Francia, porque en España promulgar leyes y gobernar en coalición es bastante complicado... ¿Ralentizará la agenda de Macron?

Sí, sin duda. De hecho, Edouard Philippe se ha expresado al respecto diciendo que sería una locura no dar la capacidad de gobernar a Macron cuando acaba de ser reelegido para los próximos cinco años. Y te digo, aunque no lo hemos visto todavía, queda claro que ralentizaría muchísimo la implementación del programa y de las reformas.

Diputado del partido de Macron, Stéphane Vojetta
Diputado del partido de Macron, Stéphane VojettaJesús G. FeriaLa Razon

También quedó claro la tremenda abstención (52,3%). En la segunda vuelta, al haber tantos candidatos de extrema izquierda, ¿los franceses se movilizarán más?

De alguna forma puede ser buena noticia que Mélenchon se haya confirmado en su papel de malo de la película. Malo en el sentido de que claramente plantea que la NUPES es un Gobierno anti-Europa y antisistema, que al final quiere romper todas las reglas con las cuáles hemos avanzado juntos en las últimas décadas. Esto sí que asusta un poco la gente, quizá no tanto como en España, pero los modelos bolivarianos de Mélenchon están ahí aunque ahora en campaña, trate de ocultarlo, porque obviamente quiere ganar. Ojalá la gente razonable que quiere gobernar de una forma equilibrada se movilice. Asimismo, creo que la izquierda también debe movilizar a sus filas si quiere ganar. Será un factor decisivo el domingo. Y es que si se suman los resultados de los partidos de la primera ronda de las presidenciales, la izquierda ha obtenido un peor resultado en estas elecciones. El 10 de abril todos juntos: los insumisos, los comunistas, los socialistas... consiguieron un 31%, el domingo, 25,66%. El partido de Macron también ha bajado, pero apenas un 1%. Efectivamente, la izquierda, canta victoria, pero ojo con los espejismos.

¿Cuál es la estrategia de Macron para esta semana clave?

La verdad es que Macron tampoco se ha posicionado mucho, mantiene su agenda internacional. No se ha involucrado mucho en la campaña. No ha sido una campaña muy activa por parte de la mayoría presidencial, y esto probablemente ha sido un fallo. Nos toca acostumbrarnos a –ya que somos varios movimientos políticos agrupados con varios líderes: François Bayrou, Edouard Philippe...– que también tienen que hacer campaña y no esperar siempre que sea Macron quien venga a rescatar a todo el mundo con sus grandes discursos. Es cierto que la campaña empezó tarde por ambos lados. Hubo polémicas sobre las nominaciones de candidatos en cada circunscripción –como la que hubo aquí– y esto ha llevado tal vez a descentrarse un poco de los grandes mensajes políticos para centrarse más en las situaciones específicas de cada territorio. Pero ahora ya está claro que hay dos bloques, dos ambiciones muy claras y muy divergentes, y la gente ya tiene ganas de posicionarse.

Hablando de polémicas, ¿cómo se sintió cuando de repente imponen como candidato a Manuel Valls? ¿Se sintió defraudado?

Sorprendido. Hasta entonces me habían dicho desde París que no iba a haber una candidatura de Valls –que tenía interés– pero que le iban a dar otra zona del extranjero, no la Península Ibérica. Yo estaba de acuerdo, no solo por mi interés propio, pero en particular porque cuando compramos un candidato a unas elecciones, es para ganarlas. Para ganar unas elecciones necesitamos a alguien que sea popular o por lo menos, que no sea impopular entre los votantes. Valls tiene peor imagen en España desde su paso por la política en el Ayuntamiento de Barcelona. Nadie ni en España ni en Francia lo acabó entendiendo muy bien. Además, hubo unos cambios de rumbo que sorprendieron a todos y la imagen de Valls, que sigue siendo un político muy destacable y respetable, ha sido dañada. Que dimitiera hace más de un año, diciendo «adiós, España me vuelvo a Francia» y ahora vuelva pidiendo los votos a los franceses aquí que lo han visto todo en los medios, pues era muy mala idea. Cuando me lo comunicaron me quedé frío: ¡Vaya error acabamos de cometer!. Mi segunda reacción fue: ¡no me parece justo después de haber hecho un trabajo leal y apreciado por mis votantes, darme este golpe!

Tuvo la sensación de que los candidatos de otros partidos cuando se enteraron de que era Valls en lugar de usted, ¿se frotaron las manos?

Contra mí –pensaron y tenían razón– que iba a ser más complicado. Los franceses de mi circunscripción me conocen bastante y de España salen el 75% de los votos. Además, estaba saliendo de una campaña presidencial exitosa de Macron, siendo yo la cara en España del presidente... Cuando de repente en París deciden mandar a un candidato impopular quitándome a mí de en medio, pues obviamente se frotaron las manos.

¿Por qué el electorado de España y de Portugal, Mónaco y Andorra, debería votar por usted y no por el candidato de NUPES?

Primero, porque en la primera ronda ya el electorado ha dado una respuesta clara: que Valls era un error y que iba a perder contra la izquierda en la segunda ronda. Yo puedo ganar y el electorado me dio la razón. Ahora, los votantes tienen que decidir entre dos modelos muy distintos, no de macronismo. Se trata de o bien un diputado que va a apoyar a un Gobierno de la mayoría, apoyado por el presidente Macron y que quiere implementar el programa presidencial que ha sido respaldado por los votantes hace un mes, o bien un candidato que, aunque intente esconderlo y disimular, detrás de él está Mélenchon. Si se convierte en diputado y su agrupación política consigue formar un Gobierno, él votará para que el primer ministro sea Mélenchon. Y el programa que le tocará implementar será el programa de Jean-Luc Mélenchon. Es esta la decisión que los franceses de Portugal, Andorra, Francia, Mónaco y España que tienen que hacer ahora.