Revisionismo

Letonia autoriza la demolición de 69 memoriales de época soviética y naz

La mayoría de estos objetos son o poco conocidos o apenas visitados por el público

Monumento de Vladimir Lenin en Ucrania
Monumento de Vladimir Lenin en UcraniaEvgeniy MaloletkaAgencia AP

El Gobierno de Letonia decidió este jueves permitir la demolición de al menos 69 monumentos, placas y otros objetos conmemorativos que ensalzan la ocupación soviética y nazi así como eventos o personas relacionados con esas épocas, informaron medios locales.

La demolición de esos objetos se añade a la ya ordenada del controvertido Monumento a la Victoria de la capital, Riga, que fue incluido en una lista de sitios de esos períodos históricos en una ley aprobada el pasado 23 de junio.

La lista de los que pueden ser destruidos fue elaborada por el Consejo de Patrimonio Nacional de Letonia, la Unión de Artistas y el Museo de la Ocupación de Letonia e incluye monumentos conmemorativos, estatuas, placas y otros objetos públicos en 23 municipios de todo el país.

La mayoría de esos objetos son o poco conocidos o apenas visitados por el público y algunos están en lugares difícilmente accesibles, informó la agencia local LETA.

Solo el Monumento a la Victoria de Riga, construido en los años ochenta del siglo XX con dinero obtenido en lugares de trabajo soviéticos y de otras fuentes, ha estado en el centro de la polémica por las celebraciones a gran escala convocadas mayoritariamente por letones rusófonos y al estilo soviético de las celebraciones del Día de la Victoria el 9 de mayo, que conmemora la derrota nazi en 1945.

Muchos letones ven en estos eventos una glorificación de los 46 años de ocupación soviética, que comenzaron con la derrota de Alemania.

Los países de Europa occidental y Estados Unidos celebran el 8 de mayo como el día de la Victoria y la fecha soviética se considera resultado de la petición del líder soviético Josef Stalin de celebrar una segunda ceremonia de derrota nazi que ocurrió cuando Moscú estaba ya en otro huso horario.

La decisión de derribar el monumento de Riga y autorizar la demolición de otros en todo el país no había estado entre las prioridades de la agenda pública hasta que Rusia invadió Ucrania el pasado 24 de febrero.

Después de dos años de restricciones por la pandemia se autorizó una conmemoración restringida el 9 de mayo de este año que incluyó una ofrenda floral, seguida de una manifestación no autorizada el 10 de mayo, cuando se desplegaron banderas rusas y las televisiones mostraron a gente que ensalzaba la invasión rusa de Ucrania y que amenazaba con un destino similar para Letonia y las otras repúblicas bálticas.

Todavía no está claro quién pagará las demoliciones, aunque muchos de los objetos están en suelo municipal y tendrán que ser retirados por las autoridades locales. Algunas localidades letonas ya han procedido a retirar monumentos a cementerios donde están enterrados soldados soviéticos.

Sin embargo, el consejo municipal de la ciudad de Daugavpils, históricamente poblada por habitantes de etnia rusa, ha impugnado la ley que autoriza las demoliciones ante el Tribunal Constitucional de Letonia.