Fin de la abundancia

El discurso más catastrófico de Macron: Se avecinan meses difíciles, “la libertad tiene un coste”

El presidente de Francia alertó a sus ciudadanos del fin de la abundancia y de un posible aumento de los precios de la energía a medida que la guerra en Ucrania se recrudece

El presidente de Francia, Emmanuel Macron
El presidente de Francia, Emmanuel MacronDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, alertó el miércoles a los franceses que se avecinan meses difíciles, ya que “la libertad tiene un coste”, y su Gobierno advirtió de que podría haber aumentos en los precios de la energía a medida que la guerra en Ucrania se recrudece.

Sin embargo, los sindicatos rechazaron su llamamiento a los sacrificios, argumentando que los trabajadores necesitan un salario más alto para hacer frente a la creciente inflación.

Macron indicó que la gente estaba viviendo una serie de crisis, con las temperaturas extremas, los incendios y la sequía de las últimas semanas, la guerra de Ucrania y las interrupciones del comercio mundial.

En su primera reunión de gabinete desde las vacaciones de verano, Macron aseveró que el mundo se enfrenta al fin de una fácil abundancia de bienes y recursos y “de una cierta despreocupación”.

“La libertad tiene un coste”, explicó Macron, instando a sus ministros a ser ambiciosos y a los franceses a aceptar nuevas medidas. “Las batallas que tenemos que librar (...) sólo se ganarán con nuestro esfuerzo”.

En las próximas semanas, su Gobierno tendrá que decidir si renueva los topes de precios de la electricidad y el gas que expiran a finales de año, y si mantiene una rebaja de los carburantes, que en conjunto han ayudado a mantener la inflación francesa más baja que la de muchos pares europeos, pero que pesan sobre las finanzas públicas.

El portavoz del Gobierno, Olivier Veran, declaró tras la reunión del Consejo de Ministros que Francia no podía mantener eternamente los topes de los precios de la energía para ayudar a los hogares a hacer frente a la creciente inflación. “Es posible que haya subidas de precios”, dijo.

Las reformas de los planes de pensiones y de las prestaciones de desempleo también están en marcha y podrían desencadenar protestas callejeras.

LOS SINDICATOS PLANEAN PROTESTAS

Macron, que ganó un segundo mandato presidencial en abril pero perdió su mayoría en el Parlamento, se enfrenta a duros retos, entre ellos convencer a los legisladores de que aprueben el presupuesto de 2023.

El Gobierno presentará una legislación en septiembre para acelerar los proyectos de infraestructuras energéticas y elaborar un plan a corto plazo para asegurar el suministro de energía para el invierno, dijo Veran.

Francia también está trabajando en un “plan de contención energética” que pediría a todos los ciudadanos que se comprometieran a una “caza del despilfarro”, como apagar las luces al salir de las oficinas, manifestó Macron en julio.

Francia depende menos que algunos de sus vecinos de las importaciones de gas procedentes de Rusia, que representan alrededor del 17% de su consumo de gas. Sin embargo, la preocupación por el suministro de Rusia persiste.

Philippe Martinez, el jefe del sindicato CGT, dijo a BFM TV tras los comentarios de Macron que las protestas en septiembre pedirían medidas para aumentar los salarios y limitar el aumento de los precios.

“Nos levantaremos contra estos nuevos sacrificios”, dijo. Su sindicato ha convocado una jornada de huelga a nivel nacional para el 29 de septiembre.

Philippe Gosselin, legislador del partido conservador de la oposición Les Republicains, indicó que Macron necesitaba impulsar las reformas después de unos meses lentos tras su elección.

“Desde las elecciones legislativas, de hecho, no ha habido ninguna dirección real”, dijo Gosselin a Reuters.