“Macron tendrá que dejar de hacer comentarios provocadores que refuerzan su imagen de elitista”

Tras la victoria de Emmanuel Macron en las presidenciales y en plenas legislativas francesas, analizamos junto a la experta en política francesa Elizabeth Carter los próximos retos del mandatario. Para Carter, que es profesora asociada en la Universidad de New Hampshire, la gran cuestión ahora es cómo Macron logrará ser “el presidente de todos”. Una de las claves de los resultados de las pasadas presidenciales fue la desafección de los jóvenes de Francia y es que “a pesar de su joven edad, Macron se percibe como ajeno a las preocupaciones de los jóvenes votantes franceses”. Hoy las principales encuestadoras apuntan a una abstención récord.

¿Cuáles son los principales retos de Emmanuel Macron para los próximos cinco años?

Los principales retos para Macron estarán en su capacidad para aprobar su agenda a través de lo que seguramente será una legislatura más hostil... Él cree que el futuro crecimiento económico francés y la estabilidad vienen de tomar algunas decisiones difíciles (es decir, impopulares) en el presente. Por ejemplo, fue capaz de impulsar su reforma de la jubilación a través de la Asamblea Nacional (a través de su primer ministro, Eduard Phillippe)... pero el primer ministro tuvo que enfrentarse a una moción de censura (que fue apoyada tanto por la derecha como por la izquierda). Macron se posiciona como un centrista radical, el reformista pragmático.... Esto significa que a veces consigue que se aprueben reformas económicas impopulares. Esto va a ser mucho, mucho más difícil para él en el futuro... Muchos votantes franceses votaron menos “por” Macron el domingo y más “contra” Le Pen. Para las elecciones legislativas, tendrán opciones; y más votantes votarán “contra” Macron. Así que su programa se verá obstaculizado. Además, los votantes ven a Macron como elitista, condescendiente y fuera de onda. Ha perdido el impulso y el optimismo que tenía a su alrededor en 2017.

¿Por qué los jóvenes prefieren votar a Le Pen o incluso no votar?

Los jóvenes votantes sienten que Macron no presiona por sus intereses. Los votantes más jóvenes están especialmente interesados en temas relacionados con el cambio climático y la equidad social. Aunque Macron habla del cambio climático, su política aún no está a la altura de su retórica. Los jóvenes votantes apoyaron al candidato de izquierdas Mélenchon en la primera vuelta de las presidenciales, si es que votaron. La tasa de abstención entre los votantes más jóvenes (tanto en el grupo de 18 a 24 años como en el de 25 a 34) fue aproximadamente el doble que la de sus grupos de mayor edad. Esto indica tanto la falta de entusiasmo por los candidatos, como la falta de entusiasmo entre los jóvenes por un sistema presidencialista fuerte. Para los que sí votaron a Le Pen en la segunda vuelta, a menudo fue un voto contra Macron, que, a pesar de su joven edad, se percibe como ajeno a las preocupaciones de los jóvenes votantes franceses.

¿Cómo va a ser Macron el «presidente de todos» como prometió tras su victoria en las presidenciales de abril?

Esta es la cuestión. Una vez más, tras ganar las elecciones, afirmó ser el nexo de una nación dividida, y no de derechas ni de izquierdas, pero es una afirmación más difícil de hacer que hace cinco años. Si va a ser el «presidente de todos», tiene que empezar por escuchar las necesidades de sus electores y respaldar las promesas con acciones. Tendrá que dejar de hacer comentarios provocadores que refuerzan su imagen de elitista, ya sea diciendo que quiere cabrear a los que siguen sin vacunarse, o sugiriendo a un trabajador en paro que encuentre un trabajo «cruzando la calle». Tiene que responder mejor a los retos de la vida cotidiana que afectan a la mayoría de la población francesa, especialmente al aumento de los precios. Tiene que ser más abierto y receptivo a las preocupaciones del votante francés medio, y demostrarle que sus acciones están mejorando su situación. Evidentemente, esto es mucho más fácil de decir que de hacer.