Europa

«Fumata blanca» sobre el diseño de la cúpula europea

Populares, socialistas y liberales europeos se reparten los altos cargos sin contar con Meloni ni los ultras

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete vuelven a reunirse este jueves y viernes en Bruselas para llegar a un acuerdo que permita la renovación de la cúpula comunitaria, pero el camino parece prácticamente despejado. Según un acuerdo alcanzado por los populares, los socialistas y los liberales de Renew la presidencia de la Comisión Europea recaería en Ursula von der Leyen, la del Consejo en António Costa y la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, sustituiría a Josep Borrell como máximo representante de la diplomacia comunitaria. Populares, socialistas y liberales. Norte, sur y este del club comunitario. El equilibrio perfecto tanto territorial como ideológico y de igualdad de hombres y mujeres.

Aunque las negociaciones del lunes de la semana pasada se presentaron finalmente más complicadas de lo previsto en un principio, la máxima sigue siendo llegar a una fumata blanca esta semana para que la candidatura presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pueda someterse a la votación del hemiciclo europeo en la sesión plenaria que comienza el 16 de julio. Ahora este preacuerdo debe ser refrendado por los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete. Han sido excluidos de este pacto provisional la primera ministra Giorgia Meloni y el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que no están representados en ninguna de estas familias políticas.

Al menos en teoría, se podría elegir a la cúpula comunitaria sin su luz verde ya que se necesita mayoría cualificada (Jean-Claude Juncker fue vetado por el primer ministro británico David Cameron y Orbán), pero todo indica que se intentará mantener a Meloni a bordo ya que nadie se imagina una fumata blanca sin uno de los países fundadores de la UE.

Meloni y Orbán se reunieron el lunes en Roma y criticaron el método de elección de los altos cargos comunitarios. «Después de las elecciones europeas de 2014, la Comisión Europea dejó de ser un organismo neutral y ahora existe una coalición de tres partidos que deciden los altos cargos», aseguró Orbán. «No involucran a los demás. Toman decisiones de política europea a nivel de partidos. Y por tanto, habrá una mayoría, una minoría y una oposición. Pero el proyecto de la UE era involucrar a todos, grandes y pequeños. No se puede permitir que cualquier país pueda sentirse en minoría dentro de la UE». A pesar de esto, se espera que la sangre no llegue al río.

El auge de la extrema derecha en Francia y Alemania –que ha alejado cualquier conato de revuelta por parte del presidente francés Emmanuel Macron contra Von der Leyen– y la complicada situación internacional debido a la guerra en Ucrania y el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca hacen imperioso que la incógnita sobre los altos cargos («top jobs» en al jerga comunitaria) se resuelva lo antes posible y sin demasiados dramas.

En un principio el Partido Popular Europeo había pedido dividir la presidencia del Consejo en dos mandatos de dos años y medio para que uno de los suyos lo ocupara en la segunda fase. Sin embargo, según fuentes de la negociación, las tres familias políticas mayoritarias han decidido finalmente «seguir respaldando la practica establecida de dar continuidad y revalidar al candidato electo para todo el ciclo legislativo. En este caso, António Costa». Aunque no figure como tal en este acuerdo, la presidencia de la Eurocámara sería para la popular maltesa Roberta Metsola, quien ya ostenta este puesto actualmente. Quedaría, de momento en el aire si se haría con este cargo durante toda la legislatura y tan solo durante dos años y medio, tal y como suele ser lo habitual.

Todas las miradas estarán puestas en la primera ministra Giorgia Meloni, la gran triunfadora de las elecciones europeas y anfitriona del pasado G7, que sin embargo ya fue ninguneada la semana pasada en los encuentros informales entre los diferentes líderes ya que su partido no forma parte entre las grandes familias políticas europeas y mostró su rabia por el modus operandi comunitario.

Aunque Von der Leyen piropeó a Meloni durante la campaña electoral, al subrayar su compromiso en contra de Vladimir Putin y su perfil europeísta, tras conocerse el resultado de las elecciones ha priorizado la alianza con socialistas y liberales y la reedición de la actual coalición de centro. Eso no significa que Meloni no luche esta semana para que Italia se haga con una vicepresidencia o una vicepresidencia ejecutiva dentro del próximo organigrama de la Comisión Europea que se desvelará en el mes de septiembre, si todo sucede según lo previsto. Según ha declarado, el ministro de Exteriores, Antonio Tajani, Italia aspira a una cartera vinculada con la agricultura o industria. Suenan los nombres de Raffaelle Fito, ministro de Asuntos Europeos y el de Elisabetta Belloni, la primera mujer al mando de los servicios secretos italianos.