Trump se acoge al derecho de no declarar ante el fiscal que lo investiga por fraude fiscal

Donald Trump debía declarar este miércoles bajo juramento como parte de una larga investigación civil sobre fraude fiscal contra su empresa familiar, La Organización Trump, puesta en marcha por la Fiscalía General de Nueva York. Pero el ex presidente de Estados Unidos decidía acogerse a la quina enmienda de la Constitución y negarse a declarar. «Por consejo de mi abogado y por [otras] razones, me negué a responder las preguntas sobre los derechos y privilegios otorgados a todos los ciudadanos en virtud de la Constitución de Estados Unidos», explicó Trump en un comunicado compartido en su red social.

Fuentes cercanas a la investigación dieron a conocer que dos hijos mayores del magnate, Ivanka Trump y Donald Trump Jr., sí declararon ante la Fiscalía de Nueva York hace unos días, sin acogerse al mismo derecho constitucional que su padre. La investigación deriva de las acusaciones de que Trump y su organizacióninflaron los estados financieros de la empresa familiar, así como de tergiversación del valor de activos preciados, como campos de golf y rascacielos, y de haber engañado a prestamistas y al fisco.

En un principio, Trump tenía que haber declarado hace un mes, pero la muerte de la madre de sus tres hijos mayores (Donald Jr, Ivanka y Eric), Ivana Trump, el pasado 14 de julio, retrasó la testificación ante la Fiscalía de Nueva York.

En mayo, la oficina de la Fiscal General del Estado, Letitia James, dio a conocer que los investigadores habían acumulado pruebas sustanciales para respaldar acciones legales, como una demanda contra Trump, su empresa o ambos a la vez. La fiscal James, de raza negra, tachada de «racista» por el propio Trump, anunció entonces estar llegando al final de sus pesquisas. La única pieza clave que faltaba en la investigación era la declaración bajo juramento del magnate neoyorquino, según confirmó la Fiscalía General.

Trump tiene ahora varios casos abiertos con diversas causas pendientes ante la Justicia. La última parte de la investigación de la Fiscalía de Nueva York coincidía con el registro de los servicios de inteligencia en la residencia del ex presidente estadounidense en Florida este lunes, un hecho sin precedentes nunca antes vivido en Estados Unidos. Qué buscaban exactamente y por qué, es todavía una incógnita que no ha trascendido, pero las autoridades solo ponen en marcha este tipo de actuaciones cuando cuentan con suficientes pruebas que podrían constituir un delito.

También en Truth Social, el magnate neoyorquino hizo alusión a la investigación de la Fiscalía de Nueva York como «la mayor Caza de Brujas en la historia de Estados Unidos». Del negocio familiar –«mi gran empresa»– en referencia a la Organización Trump, que dirigen sus hijos desde que se convirtió en presidente, denunció estar siendo «atacados por todos lados», añadiendo: ¡República bananera».

Exactamente la misma expresión que utilizó, apenas unas horas antes, el gobernador del Estado de Florida, Ron DeSantis, como crítica por la actuación del FBI en la mansión de Mar-a-Lago, actual residencia y domicilio fiscal de Trump. Los republicanos parecen haberse puesto de acuerdo para alinearse, en clave electoral, con los mismos argumentos y así utilizar el impulso que la presencia mediática del ex presidente les pueda ayudar estas semanas previas a las elecciones a alcanzar el voto de los indecisos y reforzar el de su base electoral.

«Esto son cosas de países del Tercer Mundo. Necesitamos respuestas ahora. El FBI debe explicar qué estaban haciendo hoy y por qué», declaró Rick Scott. El también senador republicano por Florida Marco Rubio reaccionó con múltiples mensaje de denuncia en sus redes sociales en la misma línea: «Y luego nos convertimos en Nicaragua bajo Ortega», en alusión a los regímenes totalitarios de la región.

Se acercan las elecciones legislativas, las «midterms» del mes de noviembre, y mantener el control de ambas Cámaras del Congreso será decisivo tanto para demócratas como para republicanos a la hora de sacar adelante las prioridades de sus agendas políticas, sobre todo de cara a las presidenciales de 2024.

La Administración Biden confirmó, a través de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, que había tenido constancia de la noticia del registro de la mansión de Trump a través de los medios de comunicación. “El presidente no estaba informado, no estaba al tanto. Nadie en la Casa Blanca recibió un aviso”, aseguró.