Una joven promesa del fútbol americano, entre los cuatro fallecidos en el tiroteo en Alabama

Un estudiante de último año de secundaria que tenía previsto jugar al fútbol americano universitario se encontraba en la celebración de la fiesta de cumpleaños de su hermana este sábado por la noche en Alabama cuando los disparos terminaron con su vida y la de otras tres personas.

La Policía investiga lo ocurrido el domingo en un estudio de baile donde se llevó a cabo la fiesta en el centro de Dadeville. No dijeron todavía si un sospechoso se encuentra bajo custodia o si sabían más sobre alguna motivación.

Philstavious “Phil” Dowdell, un estudiante de último año de la escuela secundaria Dadeville que había conseguido una beca con la Universidad Estatal de Jacksonville, estaba en la fiesta de su hermana Alexis antes de que lo mataran a tiros, según afirmó su abuela Annette Allen a 'The Montgomery Advertiser'.

“Era un niño muy, muy humilde. Nunca se metía con nadie. Siempre tenía una sonrisa en su rostro”, dijo Allen al periódico, llamándola “una sonrisa de un millón de dólares”.

La madre de Dowdell estaba entre los heridos en el tiroteo.“Todos están de duelo”, agregó Allen. El sargento Jeremy Burkett, de la Agencia de Cumplimiento de la Ley de Alabama, explicó que el tiroteo tuvo lugar alrededor de las 22.30 horas del sábado.

“Hubo cuatro vidas perdidas trágicamente en este incidente, y ha habido una multitud de heridos”, puntualizó Burkett durante una rueda de prensa este domingo.

Los tiroteos sacudieron la ciudad de 3.200 habitantes, que se encuentra a unos 92 kilómetros al noreste de Montgomery, Alabama. “Con lo que hemos lidiado es algo que ninguna comunidad debería tener que soportar. Solo les pido paciencia. Va a ser un proceso largo, pero solicito sinceramente sus oraciones”, señaló el jefe de policía de Dadeville, Jonathan L. Floyd, en rueda de prensa.

Más de 12 horas después del tiroteo, los investigadores continuaron entrando y saliendo del estudio de baile Mahogany Masterpiece.

El alcalde de Dadeville, Frank Goodman, aseguró que estaba durmiendo cuando un miembro del consejo lo llamó poco antes de las 23.00 horas. Dijo que fue al Hospital Comunitario Lake Martin en Dadeville, donde fueron llevadas algunas de las personas que habían recibido disparos.

“Fue caótico”, afirmó Goodman. “Había gente corriendo. Estaban llorando y gritando. Había coches de policía por todas partes, había ambulancias por todas partes. La gente estaba tratando de averiguar acerca de sus seres queridos. Esa fue la escena, donde nunca antes había sucedido algo así en nuestra ciudad”.

El pastor Ben Hayes, quien ejerce como capellán del Departamento de Policía de Dadeville y del equipo de fútbol de la escuela secundaria local, subrayó que la mayoría de las víctimas son adolescentes. Dowdell estaba a pocas semanas de graduarse y enfrentaba un futuro brillante, dijo Hayes a 'The Associated Press'.

“Era un competidor fuerte en el campo”, recalcó Hayes. “Era uno de los jóvenes más amables que podías conocer, muy respetuoso y muy respetado por sus compañeros”, agregó.

Hayes dijo que las familias de las víctimas fueron al hospital local el sábado por la noche tratando de encontrar el estado de sus hijos. Explicó que los delitos graves son raros en Dadeville, y que la pequeña ciudad está “triste, traumatizada, en estado de shock”.

“Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia de Philstavious Dowdell y las otras víctimas de la tragedia sin sentido de anoche. Era un gran joven con un futuro brillante. Mi equipo y yo estamos desconsolados y esperamos que todos apoyen a su familia en este momento difícil”, afirmó el entrenador de fútbol de Jacksonville State, Rich Rodríguez.

Se trata de la segunda vez en los últimos años que varias personas reciben disparos en Dadeville. Cinco personas resultaron heridas en julio de 2016 durante un tiroteo en un salón de la Legión estadounidense, y un hombre fue acusado más tarde de cinco cargos de intento de asesinato.