Líder de Wagner
Así ha pasado Prigozhin sus últimos días después del motín Wagner
Durante estos dos meses desde la revuelta fallida, el líder de Wagner estaba más en San Petersburgo, su ciudad natal, que en Bielorrusia, su exilio
Desde el fallido motín del pasado mes de junio, la corta vida que le quedaba a Yevgueni Prigozhin, de 62 años, ha transcurrido entre Bielorrusia, San Petersburgo y algún lugar inconcreto de África. En la exrepública soviética, el líder de los Wagner fijó su primera residencia, ficticia a todas luces, tras el acuerdo con el Kremlin que le obligaba a exiliarse.
Allí, amparado por el presidente del país y amigo suyo personal, Aleksander Lukashenko, Prigozhin pretendió sentar las bases de un nuevo batallón de mercenarios en el que antiguos miembros no absorbidos por el Ejército ruso y nuevas incorporaciones se pondrían a las órdenes de ese país de acogida. Bielorrusia pretendía seguir el modelo ruso e incluir entre sus Fuerzas Armadas a un grupo de mercenarios a sueldo para asumir algunas operaciones delicadas.
La llegada de Yevgueni Prigozhin y sus hombres fue una oportunidad única para el presidente Lukashenko, que nunca ha reconocido la participación de su país en la guerra de Ucrania, pero sí ha afirmado que esta exrepública podría entrar en cualquier momento en un conflicto armado con algunos países de Occidente. Fue el propio Lukashenko quien desveló el mes pasado que había templado los ánimos del núcleo duro de Wagner al no permitirles pasar desde Bielorrusia a la vecina Polonia, lugar elegido por el nuevo grupo Wagner para comenzar una incursión militar de ataque.
Se sabe que, el destierro de Prigozhin en Bielorrusia, fue más teórico que práctico, ya que el oligarca visitaba con frecuencia San Petersburgo, su ciudad natal y lugar en donde empezó a amasar la fortuna que le concedió tanto poder. Allí poseía una impresionante mansión que también fue registrada por las Fuerzas de Seguridad rusas. En la retina de muchos rusos siguen frescas aquellas imágenes de las pelucas, disfraces y millones de rublos encontrados en sus armarios. No respondió a aquella operación que desvalijó su casa, pero lo consideró como un primer aviso que le llevó a enviar a su familia fuera de Rusia, presumiblemente a algún lugar dentro del continente europeo.
Prigozhin volvía a aparecer públicamente durante la pasada cumbre Rusia-África, celebrada el mes pasado en la capital de los zares, subiendo a las redes fotos con algunos líderes de países africanos donde el grupo Wagner seguía operando. El escenario de aquellos encuentros no era otro que el lujoso hotel que todavía conservaba en la segunda ciudad de Rusia.
El presidente Vladimir Putin nunca se pronunció sobre su ya examigo después del motín de junio, pero voces cercanas al Kremlin manifestaban la poca gracia que le hacía al líder ruso saber que el culpable de aquella fallida rebelión seguía moviéndose como pez en el agua por el país. Aunque se sabe que Putin y Prigozhin llegaron a encontrarse días después de aquellos fatídicos días, en una información aparecida en prensa y confirmada por el propio portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Sus últimas imágenes
Las últimas imágenes del exjefe de los Wagner se pudieron ver esta misma semana en un vídeo publicado en sus redes sociales en el que aparecía en algún lugar de África, luciendo vestimenta militar y portando un fusil de asalto.
El empresario de la restauración metido a mercenario, que en su momento llegó a ser uno de los mejores amigos del presidente Putin, afirmaba en el vídeo que harán a “Rusia más grande en todos los continentes”.
✕
Accede a tu cuenta para comentar