Inestabilidad crónica
El magnate inmobiliario Srettha Thavisin se convierte en primer ministro tailandés para sacar al país de la parálisis
La votación del nuevo jefe de Gobierno desplaza al ganador de las elecciones, Move Forward y coincide con la llegada del exprimer ministro exiliado tras alcanzar un acuerdo con los militares
La tormenta que ha agitado Tailandiaen los últimos meses, fruto de una masiva votación contra el gobierno respaldado por los militares que tomaron el poder en un golpe de Estado en 2014, parece haber amainado. El nuevo primer ministro de Tailandia tomó posesión de su cargo el miércoles con el respaldo del rey, al frente de una controvertida coalición que incluye a partidos pro militares vinculados a antiguos golpistas. El nombramiento del ex magnate inmobiliario Srettha Thavisin, -del partido Pheu Thai, asociado desde hace tiempo al multimillonario ex primer ministro Thaksin Shinawatra- pone fin a meses de bloqueo político tras las elecciones generales de mayo.
Pheu Thai resultó segundo en las elecciones tailandesas del 14 de mayo, pero asumió la formación de gobierno después de que los miembros conservadores de la Cámara Alta, no designados por sufragio, bloquearan los intentos de Move Forward -el partido progresista liderado por jóvenes que obtuvo el mayor número de escaños en las urnas- de asegurar el primer puesto para su candidato, Pita Limjaroenrat. Los legisladores conservadores se opusieron al partido por su promesa de revisar una ley que protege a la monarquía tailandesa de las críticas.
Tras dirigir una de las mayores promotoras inmobiliarias del reino, este hombre de 61 años cambió los trajes de negocios por la ropa informal de campaña cuando el partido Pheu Thai lo nombró uno de sus tres candidatos para el cargo. El respeto que le profesa la poderosa comunidad empresarial tailandesa ha despertado esperanzas de que pueda reactivar la lenta economía tras una década a la deriva bajo gobiernos respaldados por los militares.
Srettha estudió en Estados Unidos y entró en política tras haber acumulado una fabulosa fortuna al frente de una de las mayores empresas inmobiliarias de Tailandia, Sansiri. Su imponente estatura de 1,90 m resultó muy llamativa durante la campaña para las elecciones de mayo, aunque su figura era menos glamurosa y enérgica que la de su compañera en la candidatura Pheu Thai, Paetongtarn Shinawatra, hija del ex primer ministro Thaksin Shinawatra.
Mensaje a los jóvenes
El nuevo líder se dirigió a los jóvenes tailandeses con mensajes de reforma educativa, derechos LGBTQ, protección del medio ambiente y medidas para hacer frente a la enorme desigualdad de el país. “La gente se marcha para llevar sus conocimientos a otro lugar donde puedan vivir con más libertad para expresarse. El derecho a elegir, la libertad de reclutamiento o los derechos del colectivo LGBTQ, son tan importantes como el estímulo económico", declaró el pasado mes de mayo al sitio web Thai Enquirer. Fan incondicional del Liverpool, utilizó TikTok para demostrar sus habilidades futbolísticas, convenciendo a los votantes: "En el fútbol y en la política la gente no puede jugar sola, hay que hacerlo en equipo".
Su empresa inmobiliaria se diversificó en 2017 hacia los negocios de hostelería, tecnología y estilo de vida, destinando unos 80 millones de dólares a invertir en la cadena de hoteles boutique Standard International, la revista de lujo Monocle y otras empresas.
El nombramiento del nuevo mandatario se produjo horas después de que el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, una de las figuras más controvertidas del país, regresara a Tailandia tras un autoexilio de 15 años e ingresara en prisión por su presunto papel en varios casos de corrupción. Ahora se espera que obtenga el indulto real.
Las dos últimas décadas de la política tailandesa han estado marcadas por la amarga pugna entre los partidos pro-Thaksin y la poderosa clase dirigente monárquica y pro-militar del reino. Thaksin fue encarcelado para cumplir ocho años el martes, pero el momento de su regreso, combinado con la decisión de Pheu Thai de compartir el poder con los partidos pro-militares, ha llevado a muchos a especular con la posibilidad de que se haya llegado a un acuerdo entre bastidores para concederle clemencia, aunque el partido lo niega.
No obstante, el ex propietario del Manchester City, de 74 años, fue trasladado el miércoles de un centro penitenciario en cuarentena a un hospital de la policía. Los medios de comunicación tailandeses informaron de que había sido instalado en una suite VIP privada en la 14ª planta del Hospital General de la Policía, que da a un exclusivo campo de golf privado para miembros en el centro de Bangkok.
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