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¿Problemas de liderazgo de Kim Jong Un? Los desertores norcoreanos le tienen menos respeto, según un informe
La encuesta podría presagiar problemas para los aparentes esfuerzos del régimen por destacar a la hija del líder norcoreano, Ju Ae, como su “más probable sucesora”
Los norcoreanos que huyeron del régimen de Kim Jong Un en los últimos años han expresado un sentimiento más negativo que los desertores anteriores con respecto al dictador de Corea del Norte y la legitimidad del control hereditario del poder de su familia, según un informe publicado el pasado martes por el Ministerio de Unificación surocoreano.
El documento de 280 páginas que habla sobre la situación económica y social en Corea del Norte, y cuyos datos fueron recopilados a partir de entrevistas con 6.351 desertores entre 2013 y 2022, destacó los cambios de largo plazo que se están produciendo dentro de la sociedad cerrada de Pyongyang, en particular la creciente importancia de los mercados negros y la actividad por cuenta propia para ganarse la vida.
Según el reciente informe, el 43,8% de todos los desertores dijeron que desaprobaban el ascenso al poder de Kim Jong Un en 2011 mientras aún vivían en el país. De los que huyeron de Corea del Norte entre 2016 y 2020, una proporción mayor, el 56,3% aseguró que no les agradaba el líder norcoreano.
"El sentimiento público negativo [en el Norte] hacia la sucesión del liderazgo basada en el llamado 'linaje Paektu' ha aumentado, y esta percepción parece haber cobrado impulso desde que Kim Jong Un tomó el control", recoge el informe.
La propaganda del régimen norcoreano se refiere con frecuencia a la familia de Kim como el “linaje Paektu”, basándose en la afirmación de que el padre y predecesor de Kim, Kim Jong Il, nació en un campamento guerrillero secreto en las laderas del monte Paektu, el pico más alto de la cordillera coreana.
Sin embargo, los registros muestran que Kim Jong Il nació en 1941 en Khabarovsk, en el Lejano Oriente ruso, mientras su padre y fundador del régimen, Kim Il Sung, se entrenaba con el Ejército soviético junto con los comunistas chinos.
Las opiniones expresadas por los desertores en el informe pueden no representar a la población norcoreana en general, ya que el 81,8% de los encuestados eran mujeres y el 82,1% eran residentes de las cuatro provincias del norte económicamente desfavorecidas que limitan con China antes de su deserción.
Sin embargo, sus respuestas podrían presagiar problemas para los aparentes esfuerzos del régimen por destacar a la hija de Kim Jong Un, Ju Ae, como su “más probable sucesora”, según la evaluación del Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur.
Si bien Corea del Norte nunca ha renunciado formalmente a su compromiso con el socialismo para salvaguardar la independencia y autonomía económica del régimen, los desertores entrevistados para el informe dijeron que los norcoreanos participan en más actividades en el sector privado no oficial para hacer frente a las dificultades económicas y satisfacer las necesidades.
Dichas actividades incluyen el contrabando, la venta y el trueque de productos en los mercados, el cultivo de tierras que no se les permite utilizar y el trabajo en la construcción de viviendas.
Más del 90% de los desertores señalaron que necesitaban mercados para sobrevivir, mientras que el 68,1% dijo que su principal fuente de ingresos procedía de fuera de sus trabajos asignados por el estado.
Según el informe, el sector privado es ahora una fuente importante no sólo de alimentos y ropa para los norcoreanos, sino también de “infraestructura de atención médica, educación, transporte e información”. Y es que a medida que ha crecido la importancia de los mercados, también lo ha hecho la situación de las mujeres.
Aunque se espera que los hombres en la sociedad patriarcal norcoreana se presenten en los lugares de trabajo asignados por el estado a pesar de los magros salarios, a las mujeres se les da mayor libertad para participar en otras actividades para ganar dinero, aumentando su influencia económica.
Según el informe, este cambio de estatus ha llevado a las mujeres a retrasar el matrimonio o buscar el divorcio, y la tasa de fertilidad ha disminuido.
Por mucho que el régimen haya intensificado los controles internos para evitar la entrada de información externa que considera desestabilizadora, el 83,3% de los desertores que huyeron entre 2016 y 2020 dijeron que habían consumido medios de fuera del país mientras todavía estaban en Corea del Norte, en comparación con solo el 8,4% de los que huyeron antes de 2000.
Las personas de entre 20 y 30 años constituían el 54,8% de los desertores entrevistados para el informe. Poco más de un tercio de los desertores afirmaron que poseían teléfonos móviles cuando estaban en el país, pero la gran mayoría dijo que el acceso a Internet era prácticamente imposible y que veían películas o dramas producidos en Corea del Sur y otros países a través de USB y otros dispositivos.
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