Represión en Rusia

La defensa de Navalni contacta con 200 cárceles rusas para dar con su paradero

El líder opositor, citado este lunes para siete nuevas audiencias sobre su caso, lleva más de quince días desaparecido

FILE - Russian opposition leader Alexei Navalny is seen on a TV screen as he appears in a video link provided by the Russian Federal Penitentiary Service from the colony in Melekhovo, Vladimir region, during a hearing at the Russian Supreme Court in Moscow, Russia, on June 22, 2023. The Kremlin on Tuesday Dec. 12, 2023 bristled at the U.S. voicing concern about Navalny who has vanished from his prison colony, denouncing it as “inadmissible interference” in the country's domestic affairs. Worr...
El opositor ruso Alexei NavalniASSOCIATED PRESSAgencia AP

Los abogados del líder opositor ruso Alexei Navalni dicen haberse puesto en contacto con más de 200 prisiones para intentar dar con su paradero. El servicio penitenciario federal de Rusia confirmó la pasada semana que el activista anticorrupción ya no estaba recluido en IK-6 Meléjovo, una colonia penitenciaria situada a unos 240 kilómetros al este de Moscú. Sin embargo, el comunicado no detallaba ni la fecha de traslado ni su destino.

Navalni lanzó a principios de diciembre una campaña para impugnar la que será salvo hecatombe la quinta reelección presidencial de Vladimir Putin. Sus abogados descubrieron que el opositor había desaparecido al no aparecer por videoconferencia a una vista judicial fijada el pasado 6 de diciembre. Inicialmente, el personal de la prisión IK-6 atribuyó su incomparecencia a un «fallo eléctrico» relacionado con la conexión a Internet.

Este lunes tenía previsto asistir a siete audiencias, tres de ellas en el Tribunal Regional de Vladimir, la región donde está ubicado el penal en el que cumplía condena. Pero tampoco compareció. En respuesta, la sala ha pedido al servicio penitenciario del país a través de un comunicado que le facilite información sobre el paradero «del demandante administrativo A.A. Navalni», según ha adelantado The Wall Street Journal. La única información al respecto que obra en manos del tribunal es que el opositor había abandonado la prisión IK-6 «con destino a una institución penitenciaria fuera de la región de Vladimir».

«Llevamos trece días sin saber qué está pasando con Navalni», publicó su portavoz Kira Yarmysh en la red social X. «Sus causas judiciales han sido suspendidas hasta que se “establezca” su paradero». Los expertos en el sistema judicial ruso afirman que el traslado de un preso puede ser a menudo un proceso interminable, mientras se completa el papeleo y el recluso se establece en el nuevo centro.

La relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Rusia, Mariana Katzarova, expresó el lunes su grave preocupación por los «persistentes malos tratos a Navalni durante su detención y la falta de acceso a una atención médica adecuada... lo que ha provocado más daños a su salud y grandes riesgos para su vida», recoge el comunicado de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Katzarova exigió a las autoridades rusas que «cumplan sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos» y liberen inmediatamente a Navalni y a todas las personas que describió como «detenidas arbitrariamente».

El crítico de Putin está en prisión desde enero de 2021, cuando fue detenido en su regreso a Moscú desde Berlín, donde se trató el envenenamiento con el agente nervioso Novichok que casi le cuesta la vida. Las investigaciones de Bellingcat, un grupo de investigación de fuentes abiertas, Der Spiegel y el medio independiente ruso The Insider descubrieron que había sido envenenado por un comando del FSB que participó en el asesinato de Boris Nemtsov.

Amnistía Internacional sostiene que la persecución de Navalni obedece a motivos políticos y es una «represalia por su activismo político pacífico». Maria Pevchikh, directora de la organización anticorrupción FBK de Navalni, afirma que su desaparición le pone en riesgo de ser asesinado: «Estamos muy preocupados por su vida. Está en manos de las mismas personas que intentaron matarlo antes».