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La otra contradicción alemana: compra gas a Rusia mientras vende armas a Ucrania

Berlín se ha convertido en el segundo exportador de armas a Ucrania, pero sigue resistiéndose a dejar de comprar energía procedente de Rusia

Soldados alemanes
Soldados alemanesMartin MeissnerAgencia AP

La guerra en Ucrania ha puesto fin a la voluntad alemana que, sustentada en razones históricas y políticas, prohibía la exportación de armas a zonas de conflicto. Una decisión que supone un punto de inflexión desde el final de la Segunda Guerra Mundial y que, como definió el canciller Olaf Scholz tras la invasión rusa, responde a “la nueva realidad” que vive el continente. Algo que también obliga a reconfigurar la política de seguridad germana. Una realidad que no ha llegado exenta de polémica y que este viernes dio un paso más con la autorización, por parte de Berlín, de entregar al Ejército ucraniano 56 carros de combate que pertenecieron al ejército de la extinta República Democrática Alemana (RDA).

Los vehículos blindados modelo PbV-501 están equipados con cañones y ametralladoras y formaban parte del equipamiento estándar de los ejércitos del Pacto de Varsovia. Tras la reunificación, los tanques pasaron a manos del ejército federal (Bundeswehr) que, a finales de la década de los noventa, los entregó al ejército sueco. Más tarde pasaron a una empresa checa, que ahora está tratando de venderlos al ejército ucraniano. Una transacción que requiere de la aprobación alemana ya que, debido a una cláusula, las armas que originalmente pertenecieron a la Bundeswehr solo pueden venderse a terceros con el consentimiento del gobierno federal. La ministra germana de Defensa, Christine Lambrecht dio el jueves su visto bueno.

La nueva realidad bélica ha cambiado las reglas del juego. Esta entrega fue cancelada en 2019. En ese momento, el gobierno de Angela Merkel se comprometió a no suministrar armas a Ucrania para no poner en peligro el diálogo con Rusia, pero la invasión de Ucrania ha traído una nueva presión sobre los aliados occidentales y Olaf Scholz prometió también un “punto de inflexión” en la política de seguridad, aceptando por primera vez suministrar armamento a Kiev.

No obstante, y aunque había estado armando a Ucrania desde el comienzo de la invasión rusa, Alemania se negó a suministrar artillería y tanques. El hecho de que ahora se envíen carros blindados es una novedad, a pesar de que la entrega no se realizará de inmediato, sino que los vehículos aún deben ser reparados lo que tomará algunas semanas.

Según Christine Lambrecht, hasta ahora Alemania ha entregado armas a Ucrania por valor de unos 80 millones de euros. Pero habrá más. Según una información del periódico “Süddeutsche Zeitung”, Berlín tiene una lista de armamento que podría ser entregado a Ucrania a corto plazo, por valor de unos 300 millones de euros. No se trataría de armas o equipos propios de la Bundeswehr, sino de bienes que la industria puede entregar de inmediato o sin previo aviso.

Hasta ahora, el ejército federal ya ha entregado misiles antitanque y antiaéreos pero -según apunta este rotativo-, no está en condiciones de prescindir de más material. De trasfondo, una polémica que enfrenta a la ministra de defensa -que ha apuntado en varias ocasiones que las posibilidades de la Bundeswehr de proveer armamento de forma directa son limitadas-, con el Consejo Federal de Seguridad que concluye que primero, y de forma interna, se tiene que decidir sobre esto.

El “Süddeutsche Zeitung” publica incluso el listado que incluye a 2.650 bazucas por valor de unos 13 millones de euros y 18 drones de reconocimiento, que podrían ser entregados de forma inmediata. La lista también incluye morteros, ametralladoras, 3.000 juegos de dispositivos de visión nocturna, miles de chalecos protectores y cascos. Además, ocho radares de vigilancia terrestre y otros sistemas de vigilancia aérea, vehículos protegidos y desprotegidos, desde autocares hasta vehículos todoterreno blindados. Un total, que convierte a Alemania en uno de los principales países exportadores de armas a Ucrania.

Hasta el momento, Alemania ha entregado a Ucrania misiles antiaéreos, ametralladoras y municiones, junto con alimentos y equipos médicos. Aunque desde el gobierno federal se guarda silencio, algunos medios -que aluden a círculos del gobierno ucraniano-, hablan asimismo de la entrega de 1.500 misiles antiaéreos “Strela” o cien ametralladoras MG3, un arma estándar dentro de la Bundeswehr que puede alcanzar objetivos a 1200 metros o disparar 1300 rondas por minuto.

El gobierno germano ha reconocido que “después del vergonzoso ataque de Rusia, Ucrania debe ejercer su derecho inalienable a la legítima defensa” y, por lo tanto, apoyará a Ucrania con el suministro de material que se necesita con urgencia. También, Scholz habría dado permiso a Estonia para entregar antiguos obuses de la RDA, así como 14 vehículos blindados “con fines de evacuación” y 10.000 toneladas de combustible a través de Polonia.

Con todo y aunque puede hablarse de una excepción histórica en la política de exportación germana de armas, en vigor desde 1990, algunos organismos aseguran que diferentes gobiernos alemanes la han incumplido al permitir tanto la exportación de material de doble uso cívico-militar como ciertas remesas de armas a países del tercer mundo en situación de conflicto.