Defensa
Así es el histórico plan de Alemania para modernizar su ejército: el mayor rearme desde la Segunda Guerra Mundial
La invasión rusa a Ucrania ha supuesto que el país dé un paso al frente en Defensa, algo que hace unos años parecía imposible
Un punto de inflexión. Así explica la cancillería alemana su histórica resolución, adoptada ante la invasión de Rusia a Ucrania y que llevará a cambiar la constitución germana, tras el mayor rearme desde la Segunda Guerra Mundial. Después de varios giros en la política de Defensa y controvertidas decisiones desde que las tropas rusas iniciaran la “operación militar especial”, Alemania aprobó el mayor gasto para el departamento de Defensa en los últimos 83 años.
El Bundestag, o parlamento alemán, acordó modificar la Constitución y crear un fondo de 100.000 millones de euros que le permitirá destinar a Defensa el 2% de su PIB. El líder germano, Olaf Scholz, ha logrado así sacar adelante una iniciativa que hace unos años parecía imposible. Un rearme que pronto convertirá al país en la mayor potencia militar de Europa y la tercera más grande del mundo, detrás de China y Estados Unidos.
Scholz, que prometió este miércoles a Ucrania el suministro de un moderno sistema de defensa aérea del tipo Iris-T, que le permitirá proteger sus ciudades de ataques aéreos rusos, reconoció que la Bundeswehr (denominación de las fuerzas armadas alemanas) ha estado estructuralmente subfinanciada desde 2010. Asimismo, los políticos alemanes ya habían alertado desde hace unos meses, en especial desde la guerra entre Ucrania y Rusia, que el ejército no atraviesa su mejor momento, por lo que era hora de una “renovación”.
“Está claro que necesitamos invertir significativamente más en la seguridad de nuestro país para proteger nuestra libertad y nuestra democracia”, dijo Scholz.
Berlín quedó desmilitarizada y sin ejército con la firma de los acuerdos que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial, una situación que se mantuvo hasta una década después, con la creación de la Bundeswehr en 1955. Alemania buscó siempre la diplomacia y el diálogo, y ha desistido en numerosas ocasiones de utilizar su poderío militar. Hasta que Putin comenzó a ser una amenaza no solo para Ucrania, sino para el resto de Europa y Occidente.
Desde la reunificación alemana, Berlín y Moscú habían contado con una relación histórica muy cercana. “El diálogo y la cooperación con Rusia no han funcionado... hemos entrado en una nueva era de seguridad europea”, declaró Nils Schmid, del partido Social Demócrata (SPD), a la BBC.
Pero en 2014, cuando Rusia se anexionó la provincia de Crimea, la percepción de Alemania sobre el gigante ruso comenzó a cambiar. Su dependencia por el gas ruso (55% del consumo alemán procede de este país) fue uno de los factores por lo que alejarse de Moscú no era una tarea fácil, puesto que, junto a Italia, es uno de los miembros más dependientes de este suministro.
Alexander Motyl, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Rutgers, explicó a LA RAZÓN que Alemania “es un país rico, lo que puede suponer que renuncie al gas ruso sin problema”. Así, para finales de este año, Berlín aspira a recortar su dependencia del gas de Rusia al 30%, para alcanzar la independencia en 2024. Alemania ha decidido no prorrogar los contratos de suministro de petróleo con Rusia, lo que permitirá su reducción paulatina, a la vez que ha decidido reemplazar este boquete con otros proveedores.
Una vez que consiguieron ver la luz al túnel del suministro ruso, Alemania empezó a barajear la opción de equipar mejor a sus fuerzas armadas. Y con este plan, se modernizará el ejército. El Ministerio de Defensa ya ha elaborado una lista con el equipamiento necesario que incluye dispositivos de visión nocturna, equipos de radio y helicópteros de transporte pesado.
“Los 100.000 millones de euros mejorarán nuestras capacidades defensivas y nuestras responsabilidades con nuestros aliados”, le dijo a la revista Der Spiegel la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, del Partido Verde.
“Eso incluye la compra de 35 cazas F-35 estadounidenses, helicópteros que realmente vuelan, municiones por valor de miles de millones, radios que son seguras y compatibles con nuestros aliados, y mucho más para proporcionar a nuestras fuerzas armadas equipos de última generación”, reveló en la entrevista.
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