Guerra
Ucrania recibirá los Leopard alemanes, los Abrams americanos, los Challenger ingleses... ¿Y los Leclerc franceses?
El presidente francés, Emmanuel Macron ha puesto tres condiciones para enviar sus tanques pesados aunque sufre cada vez más presión para dar el primer paso
Después de que Alemania haya superado sus vacilaciones para la entrega de sus tanques Leopard y el levantamiento del veto al resto de países aliados que cuentan con estos carros de combate (entre ellos España), la presión se ha trasladado a Francia y sus Leclerc. ¿Entregará Macron sus tanques pesados a Ucrania? Es la única potencia que todavía no se ha pronunciado sobre esta cuestión después de que el primer ministro británico, Rishi Sunak, fuese el primero en anunciar el despliegue de sus Challenger 2 en el país europeo y de que recientemente Estados Unidos haya dado el mismo paso en coordinación con Alemania.
A principios de semana Emmanuel Macron consideraba que “no se excluía” su suministro, pero todavía no se ha tomado ninguna decisión en firme. En los cuarteles generales militares y políticos -asegura el periódico “Le Figaro”- muchos consideran que los costes superan con creces los beneficios. ¿Por qué?
En primer lugar, por razones operativas. Tanto en las capitales europeas como en Washington eran conscientes de que el carro de combate más adecuado para la batalla en Ucrania era los Leopard. Ni el Leclerc, ni el Challenger, ni siquiera el Abrams, al otro lado del Atlántico. “Le Figaro” recuerda que el vehículo blindado pesado de fabricación alemana está presente en veintidós ejércitos, quince de ellos en Europa, lo que supone un total de unos 2.000 Leopards. Por tanto, los tanques alemanes eran los únicos que podían suministrarse en un número suficiente y con relativa rapidez para permitir la máxima eficacia en el campo de batalla.
Sin embargo, el tanque Leclerc -como explica el periódico francés- se ha exportado a Emiratos Árabes Unidos y Jordania, pero no a Europa. La flota francesa cuenta con unos 200 carros de combate, 50 de los cuales están siendo renovados. Es por tanto una cantidad menor. Los Leclerc, además, no se fabrican desde 2008. Y su sustitución no está anunciada antes de 2040. Por último, los Leclercs son robustos pero también frágiles. “Por cada uno que funciona, dos están en el garaje siendo reparados”, resume un oficial del Ejército francés a “Le Figaro”.
Ucrania ha solicitado 300 tanques de combate para poder marcar la diferencia en el frente y destrozar la línea de defensa rusa en el sureste. Con el anuncio de Alemania y otros países aliados se calcula que en las próximas semanas o meses se podrán desplegar en el terreno entre 50 y 100 tanques Leopard. Carros de combate que tienen que estar listos para repeler al ofensiva que prepara el Ejército ruso para primavera y que algunos analistas temen que se adelante.
Para la entrega de los Leclerc, Emmanuel Macron había establecido tres condiciones. Que no suponga una “escalada” frente a Rusia. Esto significa que no se utilicen en suelo ruso. Esta primera cláusula se ha respetado: tras un giro de 180 grados, el Elíseo considera ahora que la entrega de tanques pesados no agravará la cólera de Moscú, ya que “no se utilizarán en territorio ruso”, explica una fuente diplomática. Las dos siguientes condiciones: la necesidad de “no debilitar nuestras capacidades de defensa” y el imperativo de proporcionar “un apoyo real y efectivo a los ucranianos”, sin embargo, según “Le Figaro” no se han dado. “La presencia de Leclercs en suelo ucraniano sólo haría más compleja la organización militar”, prosiguió el diplomático consultado por el periódico francés.
Respecto a la segunda condición, las décadas de recortes presupuestarios en materia de defensa han hecho mella en las existencias. La flota de 200 tanques, es magra. El Ejército francés todavía tiene que hacer frente a los agujeros presupuestarios, por eso el presidente francés ha anunciado un aumento del gasto en defensa.
Por último, Le Figaro apunta que la guerra de Ucrania ha expuesto también el deterioro de las relaciones francoalemanas. Pues Berlín para la entrega de los Leopard exigió la implicación de Estados Unidos con sus Abrams. París quedó fuera de juego.
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