Análisis
"Es probable que Hamás quiera encontrar una forma de acabar con la guerra rápidamente"
El experto Ariel Ahram, catedrático de Gobernanza y Asuntos Internacionales, analiza para LA RAZÓN la situación en Israel tras la tregua acordada con Hamás
El experto Ariel Ahram, catedrático de Gobernanza y Asuntos Internacionales en Virginia Tech School of Public & International Affairs, analiza para LA RAZÓN la situación en Israel tras la tregua acordada con Hamás y las posibilidades de alcanzar un acuerdo a largo plazo que acabe con el viejo conflicto palestino-israelí. "Todo dependerá de las lecciones que aprenda cada parte", asegura.
¿Podría ser esta tregua el principio del fin de la guerra? ¿Quiere Hamás poner fin a la guerra o prefiere prolongar el conflicto para poner a la opinión pública internacional en contra de Israel?
Es probable que Hamás esté interesada en encontrar una forma de acabar con la guerra rápidamente. Ha logrado sus principales objetivos: liberar a los prisioneros palestinos. Quiere cantar victoria y abandonar el campo de batalla. Pero la decisión no está sólo en manos de Hamás. Hay signos de escalada por parte de grupos "proxy" iraníes, especialmente el grupo Houthi en Yemen, que ha atacado barcos en el Mar Rojo. Se trata de una señal realmente peligrosa de que la guerra podría expandirse hasta convertirse en un conflicto regional justo cuando su derivada local se está relajando.
¿Seguirá Israel atacando Gaza aunque Hamás libere a todos los rehenes?
Tanto el gobierno israelí como la opinión pública están profundamente divididos sobre cómo proceder. La coalición del primer ministro Netanyahu era inestable incluso antes de la guerra. Hay facciones de la derecha que desean continuar la guerra e incluso ampliarla, llevando la lucha a Irán. Otros culpan a Netanyahu de las carencias militares y no confían en su liderazgo. No querrán que el conflicto tenga un final abierto, tanto por razones estratégicas como porque prolongaría la vida política de Netanyahu.
¿Cree que tras la guerra hay más gazatíes en contra de Hamás o ha aumentado el odio hacia Israel?
Es posible que sean ambas cosas. Es cierto que se culpa a Israel de infligir daños grandes. Hamás suele recibir un impulso de popularidad cuando empieza a luchar. Pero esa popularidad se erosiona a medida que los civiles sufren más daños y Hamás demuestra que está dispuesta a correr riesgos con la vida de otras personas.
¿Habrá una negociación y un acuerdo a largo plazo entre palestinos e israelíes para poner fin al conflicto que comenzó en 1948?
Que este conflicto acerque un acuerdo a largo plazo depende de las lecciones que aprenda cada parte. Si Hamás llega a la conclusión de que puede lanzar otra incursión como la del 7 de octubre y tener éxito, seguirá haciéndolo. Si Israel cree que los palestinos son un enemigo intratable y que no hay negociación posible, nunca se sentará a la mesa en serio. Si, por el contrario, ambas partes llegan a la conclusión de que luchar es demasiado arriesgado y que hay posibilidades de negociar, entonces esto podría ser una señal de una oportunidad para avanzar.
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