Ampliación de la OTAN

Hungría acusa a Suecia de "superioridad moral" y "falta de respeto"

El portavoz de Orban justifica que el Parlamento no haya ratificado aún la adheisón sueca a la OTAN por las críticas de Estocolmo a la democracia húngara

El primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orban
El primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor OrbanBertrand GuayAgencia AP

Hungría se ha convertido en otro obstáculo para las aspiraciones suecas para ingresar en la OTAN. Ya el lunes, el Parlamento magiar, dominado por el partido de Viktor Orban, humilló a Estocolmo al ratificar sólo el ingreso de Finlandia y aparcar “sine die” la de Suecia. Aunque oficialmente el Gobierno se muestra favorable a la incorporación de los dos países nórdicos a la Alianza Atlántica, su portavoz no escatimó reproches a la clase política sueca al criticar desde hace años la deriva autoritaria del país centroeuropeo.

En opinión del secretario de Estado de Comunicación Internacional, Zoltan Kovacs, “en el caso de Suecia, existe una amplia cantidad de quejas que deben abordarse antes de que se ratifique la admisión del país” en la OTAN.

En un artículo escrito en el blog “Hungary Today”, el portavoz de Orban alude a la “superioridad moral” y a la “falta de respeto” con la que tanto el anterior Gobierno socialdemócrata como el actual conservador presionan a la Comisión Europea para que aplique mano dura contra Budapest. Kovács acusa a políticos suecos de haber “golpeado” a Hungría “utilizando su influencia política para perjudicar los intereses húngaros”.

Actualmente, permanecen bloqueados 22.000 millones de euros en ayudas europeas a Hungría por las violaciones del Estado de derecho. Además, desde la invasión rusa de Ucrania hace más de un año, Hungría ha mostrado su equidistancia en el conflicto por su dependencia energética de Rusia.

En relación a la ratificación parlamentaria de su adhesión en la OTAN, que lleva retrasándose sin motivo oficial desde hace ocho meses, el portavoz reconoce, no obstante, que "la seguridad de la región está en juego".

La estrategia húngara se alinea con la de Turquía, que veta el ingreso en la organización militar hasta que las autoridades suecas no extraditen a un centenar de presuntos terroristas reclamados por Ankara. En este sentido, Kovacs lamentó que se permitiera la quema de un Corán en Estocolmo aludiendo a la defensa de la libertada de expresión. Unos hechos que dieron pie a Recep Tayyip Erdogan a suspender el diálgo con las autoridades suecas.

Este mes una delegación de diputados húngaros visitó Estocolmo con la intención de obtener información de primera mano sobre el proceso de adhesión, pero no se vislumbra una fecha en el horizonte para despejar el camino a la prescriptiva adhesión. Para aceptar a nuevos miembros, se requiere el plácet de de los 30 socios de la Alianza Atlántica. Sólo Hungría y Turquía se resisten a dar su visto bueno.

“Sería bueno que los suecos comiencen a aceptar nuestros objetivos comunes, pero parece que no están dejando atrás el rencor por el momento”, resume el político de Fidesz. "Parece que al Gobierno sueco simplemente no le importa", añade.