Día del Niño

La infancia robada de 7,5 millones de niños ucranianos por la invasión rusa

La Corte Penal Internacional ordenó en marzo la detención de Putin por la deportación ilegal de 19.500 menores

Escolares se refugian de los cohetes rusos en una estación de metro de Kyiv
Escolares se refugian de los cohetes rusos en una estación de metro de KyivSTEPAN FRANKOAgencia EFE

Este 1 de junio, primer día de verano en Ucrania, normalmente marcaría el final del año escolar. Sin embargo, para muchos niños, la invasión rusa significó que no fueran a la escuela y ahora no pueden disfrutar de unas verdaderas vacaciones. Si se tienen en cuenta los años anteriores de pandemia, muchos alumnos han visto a sus profesores solo en las pantallas de ordenador.

«La pérdida de calidad en la educación es enorme», lamenta Liudmyla Myronenko de una escuela en Hontarivka, un pueblo en el este de Ucrania que estuvo ocupado por Rusia durante unos seis meses y donde el acceso a internet solo se restauró meses después.

Si bien la mayoría de los niños en el oeste de Ucrania y Kyiv fueron a la escuela en septiembre, siempre que estas dispusieran de un refugio antiaéreo, para muchos fue imposible por el peligro de los ataques rusos, así como los ataques con misiles y aviones no tripulados. La educación en línea ha colocado la carga de mantener el control de sus hijos sobre los estresados hombros de sus padres.

La falta de educación adecuada en una escuela ucraniana es solo uno de los muchos efectos a los que se han visto sometidos 7,5 millones de niños que vivían en Ucrania antes de la invasión rusa. Incluso si un menor no resulta herido, los derechos al descanso y el ocio, a la protección contra la violencia física y psicológica de cada uno de ellos se han visto afectados, declaró ayer la comisionada presidencial para los Derechos y la Rehabilitación de los Niños, Daria Gerasymchuk, en la víspera de la Día del Niño.

Gerasymchuk subrayó que el Ejército ruso viola todos los derechos fundamentales de los niños ucranianos en virtud de la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño y otras leyes internacionales o nacionales. «Rusia mata y lesiona a niños ucranianos. Las vidas y los destinos de los niños se rompen o destruyen», enfatizó. Según datos oficiales, al menos 483 niños han muerto y 989 han resultado heridos desde el comienzo de la invasión. Al menos 19 484 menores ucranianos han sido deportados a Rusia, Bielorrusia o Crimea. Las cifras reales serían mucho más altas, ya que Ucrania no tiene acceso a las estadísticas desde los territorios ocupados.

Volodimir Zelenskisubrayó que no se puede decir que los niños sufrieron, perdieron sus hogares o vida «debido a las hostilidades»: «Es importante decir lo que realmente sucedió. Rusia destruyó los hogares de millones de personas. Rusia mató a cientos de niños». El presidente ucraniano recordó los ataques con cohetes contra las maternidades de Mariupol y Jersón, la destrucción de más de mil jardines de infancia y unas 1.300 escuelas y los hospitales infantiles destruidos.

Miles de niños ucranianos siguen separados de sus familias y tutores legales, recluidos en campamentos u orfanatos rusos o preparados para ser adoptados. Sólo 371 de los casi 20.000 niños denunciados han sido devueltos a sus familias después de meses de esfuerzos de activistas y organizaciones de derechos humanos.

Una de ellas, Salvemos a Ucrania, ha ayudado a traer de vuelta a casa a más de 100 de ellos. Sus representantes dicen que los niños están siendo movidos por Rusia para que sea más difícil para sus familiares de Ucrania localizarlos y venir, después de un largo viaje, a recuperarlos. Mientras tanto, se les alimenta con narraciones rusas sobre la guerra y se les dice que todos se olvidaron de ellos en Ucrania.

El miércoles se presentó un plan de acción para el retorno de los niños deportados. El jefe de la administración de Zelenski, Andriy Yermak, indicó que “une los esfuerzos de las agencias gubernamentales ucranianas, las organizaciones internacionales y no gubernamentales y todos los ciudadanos interesados” y cuenta con el apoyo de varios otros países. La atención internacional al problema sigue siendo uno de los requisitos clave para mantener la presión sobre Rusia para recuperar a los niños ucranianos, ha subrayado Salvemos a Ucrania.