Guerra en Oriente Medio
Gaza amanece tras la noche de bombardeos más intensos desde que comenzó el conflicto
El portavoz del Ejército israelí denuncia que Hamás esconde su centro de mando bajo el principal hospital de la Franja
El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, informó a última hora de ayer que sus fuerzas ampliarán desde el mismo viernes las operaciones terrestres en la Franja de Gaza, en paralelo a los bombardeos sobre el enclave. «Como continuación de la actividad ofensiva que llevamos a cabo en los últimos días, las fuerzas terrestres ampliarán esta tarde su actividad», indicó el portavoz. Ya por segunda vez en dos días, el Ejército israelí había llevado a cabo el viernes una incursión terrestre en el interior de Gaza con el objetivo de golpear a Hamás, responsable de la matanza terrorista del pasado 7 de octubre. Una incursión que había empezado en la tarde del jueves. A primera hora de la mañana del viernes, tanques israelíes –apoyados por aviones de combate y drones— golpeaban decenas de posiciones de la organización palestina en el área de Shujaiya, en la ciudad de Gaza.
Las operaciones del Ejército israelí –preparatorias de la anunciada invasión terrestre del territorio palestino a gran escala— se produce en pleno recrudecimiento de los bombardeos contra la Franja, en un estado de alta tensión regional y en medio de las negociaciones que, con la mediación de Doha, mantienen las autoridades israelíes y Hamás para la consecución de un alto el fuego, según aseguraba ayer la cadena catarí Al Jazeera.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguraba ayer que, con la breve entrada en el norte de Gaza, sus tropas –que neutralizaron misiles antitanque y miembros de Hamás— han franqueado en la segunda etapa de la operación militar destinada a derrotar a Hamás.
Desde el mando militar israelí se aseguraba haber logrado sus objetivos en el interior de Gaza sin sufrir ninguna víctima tras varias horas de operación. Al margen de la incursión terrestre en la Franja las Fuerzas de Defensa prosiguieron, un día más, los bombardeos contra posiciones de las organizaciones que perpetraron la matanza del pasado 7 de octubre. Unos ataques que se intensificaron durante la tarde en las zonas norte y este de la estrecha franja y que provocaron el corte de todas las comunicaciones. Mientras tanto, en la tarde de ayer el portavoz del Ejército israelí denunciaba que Hamás utiliza, entre otros complejos médicos, el mayor hospital de la Franja de Gaza, el de Al Shifa –situado en el distrito de Rimal Norte—, para esconder bajo su estructura su centro de mando. «Tenemos pruebas concretas de que centenares de terroristas entraron en el hospital para ocultarse allí después de las masacres del 7 de octubre (…) Cuando las dependencias sanitarias son empleadas con objetivos terroristas corren el riesgo de dejar de estar protegidos contra ataques de acuerdo con la ley internacional», aseveraba el vocero militar israelí. Por su parte, desde Hamás se aseguraba ayer que las fuerzas israelíes intentaron sin éxito –supuestamente repelidas por las Brigadas Al Qassam- adentrarse a través de la playa de Rafah, en el sur de la Franja y fronteriza con Egipto.
Al cierre de esta edición la Asamblea de Naciones Unidas se reunía para votar un alto el fuego en Gaza. Desde Moscú, donde una delegación de Hamás fue recibida por funcionarios del Ministerio de Exteriores ruso, la organización palestina insistió que no liberarán a los rehenes hasta que cesen las hostilidades en Gaza. Además, «The New York Times» informaba de que el ministro de Exteriores iraní Ali Bagheri Kai se reunió en las últimas horas en la capital rusa con uno de los líderes de Hamás, Mousa Mohammed Abu Marzook. Según fuentes de la cadena qatarí Al Jazeera, las negociaciones entre Israel y Hamás «progresan y se encuentran en una fase avanzada» con vistas a avanzar un cese de las hostilidades a cambio de liberar a rehenes cautivos de la organización palestina. Fuentes oficiales estadounidenses revelaban que Qatar se abre ahora a reconsiderar la presencia en su territorio de líderes de Hamás.
Pero las supuestas negociaciones entre Israel y Hamás no impidieron que el partido y la milicia palestina, considerado terrorista por la UE y EE UU, continuara ayer su lanzamiento de cohetes hacia la ciudad de Tel Aviv, lo que volvió a provocar la activación de alarmas en zonas del centro y el sur e Israel.
Crisis humanitaria
Por su parte, alegando haber neutralizado «una amenaza aérea» –en referencia a un nuevo lanzamiento de proyectiles llevado a cabo desde Yemen por comandos hutíes pro iraníes—, Israel lanzaba dos proyectiles a la zona del mar Rojo que golpeaban en dos localidades egipcias –en uno de los casos junto a un hospital de Taba—, lo que, según fuentes oficiales locales, dejaban un balance de seis personas heridas, recogía el diario israelí Haaretz. No es la primera vez que el fuego israelí alcanza suelo egipcio desde que comenzó la guerra contra Hamás y otras organizaciones armadas: la semana pasada varios guardias fronterizos egipcios resultaron heridos por fuego procedente de un tanque israelí en la divisoria con Gaza. Mientras tanto, fuentes de Defensa de Estados Unidos revelaban ayer haber derribado un dron cerca de la base de A-Assad en Irak. En la línea de las últimas jornadas, el conjunto de la región sigue en estado de efervescencia, como demuestra la nueva y concurrida protesta celebrada en las calles de Amán ayer contra la operación israelí en Gaza.
Para el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, volvió ayer a advertir del deterioro de la situación en la Franja. «El sistema humanitario en Gaza se enfrenta al colapso total con consecuencias inimaginables para más de dos millones de civiles», avisó el portugués. Guterres pidió a las partes que permitan «la entrada de muchos más camiones a Gaza sin retraso». El Programa Mundial de Alimentos había informado de que hay 40 camiones con más de 930 millones de toneladas de alimentos esperando en el paso de Rafah el permiso para ingresar en la Franja.
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