Inseguridad ciudadana

Los "niños", principales víctimas entre la guerra entre bandas en Marsella por el control de la venta de droga

Un tiroteo la pasada semana se saldó con un adolescente de 16 años muertos, otro de 15 en estado crítico y otro herido de 13. Esa misma noche hubo dos asesinatos más.

Un hombre de 21 años fue herido en el hombro y era conocido por la policía por violencia y tráfico de drogas en Marsella
La policía trata de no perder el control en la guerra de bandas de narcotraficantes en MarsellaLa RazónLa Razón

Un artículo publicado hoy por el diario francés "Le Monde" se hace eco de la preocupación existente entre las autoridades galas por la situación de inseguridad que se viene produciendo en la ciudad de Marsella, donde, en los últimos días, varios adolescentes han sido asesinados o gravemente heridos por otros, todos ellos víctimas de una batalla campal entre bandas rivales por el control de puntos de venta de droga.

Pone el caso, por ejemplo, de un joven de 18 años que ayer, 7 de abril, fue presentado ante un juez de instrucción del tribunal de la ciudad después de cuatro días de custodia policial en la comisaría de policía de Marsella. Salió de la corte por la mañana, en dirección a la prisión. Este joven, cuyo anonimato se ha decidido preservar, fue imputado por “asesinato, tentativa de homicidio en banda organizada y asociación de malhechores” en el marco de una investigación judicial abierta el jueves 6 de abril.

No se trata de un desconocido para las autoridades, puesto que ya había sido condenado previamente por hechos de violencia. De hecho, desde los 13 años lleva entrando y saliendo de los servicios de menores por delitos de todo tipo, aunque la mayoría de ellos relacionados con el tráfico de drogas.

Esta vez, es sospechoso de haber cometido en la noche del domingo 2 de abril al lunes 3 de abril al menos un asesinato y dos tentativas contra tres menores de 13, 15 y 16 años. El adolescente de 16 años murió esa misma noche en la calle de Vincent-Leblanc, en el distrito de Joliette, inmediatamente después de recibir un disparo. Al igual que su asesino, también era un viejo conocido de la justicia por razones similares. El menor de 15 años se encuentra entre la vida y la muerte tras recibir un balazo en la cabeza y el más pequeño, de solo 13 años, está herido, aunque su vida parece que no corre peligro. Según una fuente policial citada por este diario francés, el asesino “trabajaba” para un grupo de narcotraficantes, y sus víctimas, para una banda competidora.

Sin embargo, esa misma noche hubo más incidentes que costaron la vida a otras dos personas. La prefectura (delegación del Gobierno) informó de esos tres asesinatos, que inicialmente había revelado el canal BFM Marseille Provence, y que elevan a 13 el número de muertos por bala en esta ciudad francesa por ajustes de cuentas en lo que va de año.

El primer tiroteo se produjo hacia medianoche en el barrio de Castellas y poco más tarde hubo un segundo en el de Aygalades, ambos conocidos por ser lugares con una importante actividad de narcotráfico. En el primero hubo dos muertos. El tercero altercado es el ya mencionado en el barrio de la Joliette.

El pasado año se habían contabilizado 32 asesinatos por banda organizada en el departamento de Marsella (28 en la misma ciudad), de los cuales la Prefectura vincula 31 de ellos con el tráfico de drogas.

Estas bandas llevan varios años enzarzadas en una guerra por el control del territorio disputándose los enclaves para la venta callejera de cannabis y cocaina. Se trata de decenas de puntos "calientes" en la segunda aglomeración urbana de Francia, después de París.

Las batallas entre las bandas son habituales, pero también dentro de cada una de ellas, donde hay reyertas para ver quién ocupa los mejores puestos en el "escalafón". "Una vendetta interminable. Una maraña de rivalidades morbosas, sin fe ni ley", dice "Le Monde". Y lo peor es que los caen siempre son los "soldados", la carne de cañón, los "niños". los narcotraficantes sin rango.

Según este medio, la lista de adolescentes que murieron luchando por el control de los puntos de venta sigue creciendo, mientras que los jefes de estas bandas se mantienen alejados, lejos del campo de batalla.