Atentado

El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ya es «capaz de hablar» tras su intento de asesinato

El presidente electo de Eslovaquia, Peter Pellegrini, reconoce que su estado «sigue siendo grave»

Eslovaquia se ha despertado este jueves aún conmocionada por el intento de asesinato de su primer ministro, el político prorruso, Robert Fico. Tras temerse por su vida después de haber recibido cinco disparos durante la tarde del miércoles, el último pronóstico asegura que se encuentra estable dentro de la gravedad, después de que se le practicara una cirugía durante cinco horas. Los facultativos médicos explican que esto no significa que el paciente esté todavía fuera de peligro.

El presidente electo, Peter Pellegrini, pudo hablar con él tras realizar una visita al hospital universitario F.D Roosevelt donde se encuentra ingresado. Aunque se espera que el político convaleciente pueda tomar decisiones durante los próximos días, hasta que esto sea posible, será sustituido por Robert Kalinak, vicepresidente y ministro de Defensa.

Tras la incertidumbre de las últimas horas, las autoridades del país aseguran que el autor de este intento de asesinato actuó por su cuenta, por lo que se trataría de un «lobo solitario» que no contaba con ninguna organización de apoyo. El presunto atacante es un poeta jubilado de 71 años, vecino de la localidad eslovaca de Levice. Antes de jubilarse, había trabajado como guardia de seguridad, lo que explica su licencia para llevar armas.

Según el ministro de Interior del país, Matus Sutaj Estok, el acusado, que fue detenido poco después del intento de asesinato, había participado con anterioridad en manifestaciones en contra del Gobierno y también había manifestado su oposición a las medidas tomadas por parte del polémico primer ministro, comparado con el mandatario húngaro Viktor Orbán o incluso Donald Trump por su estilo populista. Todo indica que el ataque fue premeditado y se le imputa «intento de asesinato», lo que podría conllevar cadena perpetua.

Los hechos tuvieron lugar este miércoles en Handlová, a unos 150 kilómetros al noroeste de Bratislava, tras una reunión del Ejecutivo que tuvo lugar en la Casa de Cultura de la localidad. El primer ministro se acercó a hablar con algunos de sus seguidores tras salir del edificio y el atacante aprovechó para abrir fuego y herir al político en el abdomen, las piernas y los brazos. A continuación, Fico se desplomó y fue introducido en un vehículo oficial por sus guardaespaldas para ser trasladado a un centro médico en helicóptero. Se descartó el viaje a Bratislava, ya que su vida corría peligro si no era sometido a una operación de manera inmediata.

Tras el intento de magnicidio, las condenas han sido unánimes tanto por parte de la comunidad internacional como dentro del propio país. Uno de los grandes interrogantes son las consecuencias de este intento de asesinato en una sociedad tan polarizada como la eslovaca. Fico consiguió imponerse en las elecciones celebradas el pasado 30 de octubre, tras saber seducir a una electorado hastiado por la corrupción y la crisis económica derivada en parte por el apoyo a Ucrania.

«Hubo una motivación política y la decisión del atacante nació poco después de las elecciones presidenciales», ha asegurado el ministro de Interior en referencia a los comicios de abril en los que se impuso, Peter Pellegrini, aliado de Fico. El ministro de Defensa también ha culpado del ataque a «la incapacidad de aceptar la voluntad de una parte del público» en alusión a la victoria del partido de Fico, Smer.

Entre estas acusaciones, también se han producido apelaciones a la concordia. Susana Caputova, la principal oponente de Fico y ex primera ministra, ha pedido a todas las fuerzas políticas que reflexionen sobre lo ocurrido. «Abandonemos el círculo vicioso del odio y de las acusaciones mutuas», ha declarado. Pellegrini también ha apelado al fair play en la campaña a las elecciones europeas.

Fico nació el 15 de septiembre de 1964 en el seno de una familia de clase trabajadora y estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Comenius de Bratislava. Ha sido primer ministro en tres ocasiones : entre 2006 y 2010. entre 2012 y 2018 y el mandato actual tras ganar las elecciones celebradas el pasado 30 de octubre, con un discurso populista en contra de la ayuda a Ucrania y a favor de Vladimir Putin. Tristemente, la violencia no supone una novedad en Eslovaquia. En su anterior mandato, tuvo que presentar su dimisión tras el asesinato de un periodista que investigaba casos de corrupción que conectaban a representantes del gobierno eslovaco con empresarios italianos vinculados con la mafia calabresa italiana.

A pesar de que en su primer mandato fue considerado un político pragmático en la esfera internacional, ha sabido oscilar en los últimos años hacía posiciones populistas en las que destacan su mala relación con los medios de comunicación y sus polémicas declaraciones en contra del colectivo LGTBIQ+. Fico ha evitado en los últimos años relacionarse con los medios de comunicación convencionales y ha preferido centrar la interacción con los votantes a través de redes sociales. Ha llegado a calificar a los periodistas de su país como «hienas idiotas» y «sucias prostitutas antieslovacas».