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Superioridad aérea

Rusia lanza una flota de cazabombarderos “invencibles” para destruir la superioridad aérea de la OTAN

La Corporación Aeronáutica Única ha entregado un nuevo lote de Su-34 a las Fuerzas Aeroespaciales rusas en septiembre, en lo que se ha descrito como el mes récord de producción desde el inicio del conflicto en Ucrania

Rusia rompe récords de producción y lanza una nueva flota de cazabombarderos “invencibles” diseñados para destruir la superioridad aérea de la OTAN Wikipedia commons

Rusia ha recibido una nueva remesa de cazabombarderos Su-34, conocidos por la OTAN como “Fullback”, en medio de un esfuerzo sostenido por mantener su capacidad ofensiva en el aire pese a las pérdidas sufridas en Ucrania. Según la Corporación Aeronáutica Unida (UAC), dependiente de Rostec, esta entrega se enmarca dentro del Programa Estatal de Armamento y confirma que la industria aeronáutica rusa ha logrado no solo mantener, sino incrementar su ritmo de producción, alcanzando niveles récord en septiembre de 2025.

El Su-34, derivado del Su-27, ha sido diseñado para operar en entornos de alta amenaza, con una cabina blindada de titanio, sistemas de contramedidas electrónicas y capacidad para portar misiles de crucero, bombas guiadas y armas antibuque. Su alcance de 4.000 kilómetros y su capacidad de reabastecimiento en vuelo lo convierten en una plataforma ideal para ataques profundos contra objetivos bien defendidos, incluyendo infraestructura crítica en territorio ucraniano y posiciones avanzadas de la OTAN en Europa del Este.

Aunque no es un avión furtivo, el Su-34 compensa su falta de sigilo con una intensa capacidad de saturación y una electrónica que le permite operar de día y de noche, en cualquier condición climática. Su radar B-004 puede rastrear objetivos aéreos y terrestres simultáneamente, mientras que el sistema de objetivos electroópticos Platan permite lanzar municiones de precisión sin necesidad de visibilidad directa. Esto lo hace especialmente peligroso para las defensas aéreas ucranianas, que han tenido que reubicar sus sistemas de misiles constantemente para evitar ser destruidos desde distancias superiores a los 100kilómetros.

Producción récord pese al cerco de sanciones

Desde el inicio del conflicto en Ucrania, el Su-34 se ha convertido en el trabajador pesado de la aviación rusa, lanzando miles de bombas guiadas y misiles de crucerocontra objetivos estratégicos. Aunque se han perdido varias unidades, algunas abatidas por misiles tierra-aire ucranianos o cazas F-16 entregados por países de la OTAN, Moscú ha logrado reponer las bajas gracias a un ritmo de producción que, según Rostec, se ha duplicado en los últimos dos años.

Cada nuevo lote de Su-34 es presentado en los medios estatales como prueba de que la industria de defensa rusa sigue funcionando a pleno rendimiento pese a las sanciones occidentales. Esta narrativa busca contrarrestar la imagen de una economía de guerra al límite y proyectar una capacidad de resistencia técnica que, según Moscú, permite mantener la ventaja aérea en el frente ucraniano y disuadir a la OTAN de intervenir directamente.

Sin embargo, esta estrategia tiene un límite. Aunque Rusia ha logrado sustituir algunos componentes importados por alternativas nacionales o chinas, la calidad de los sistemas de navegación y los sensores ha decaído en ciertos casos. Además, el uso intensivo de kits de planeo UMPK, que convierten bombas no guiadas en municiones de alcance extendido, demuestra que Moscú no puede producir suficientes armas de precisión de alta tecnología, lo que reduce la efectividad real del Su-34 en misiones complejas.

A pesar de estas limitaciones, el Su-34 sigue siendo un símbolo de la capacidad rusa para proyectar poderío aéreo. Para la OTAN, cada nuevo lote entregado es un recordatorio de que el dominio aéreo en Europa del Este ya no es un dado, sino un campo de batalla en disputa.