Guerra Fría

Xi visita a Biden en sus horas más bajas: Las claves del encuentro del próximo miércoles en San Francisco

El esperado encuentro entre los dos presidentes de las dos superpotencias estará marcado por la guerra en Gaza, la invasión rusa y el enfrentamiento comercial entre los dos gigantes

Arlington (United States), 11/11/2023.- US President Joe Biden delivers remarks at the Memorial Amphitheater as part of a National Veterans Day Observance at the Arlington National Cemetery in Arlington, Virginia, USA, 11 November 2023. The Veterans Day National Ceremony is held annually on 11 November at Arlington National Cemetery. EFE/EPA/BONNIE CASH / POOL
Biden da un discurso por el Día del Armisticio que recuerda a los veteranos de guerraBONNIE CASH / POOLAgencia EFE

El presidente Xi Jinping tiene previsto celebrar una cumbre con su homólogo estadounidense Joe Biden la próxima semana, al margen de la 30ª reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en San Francisco, con el fin de estabilizar las tensas relaciones entre ambos países y evitar un peligroso recrudecimiento de las hostilidades en torno a Taiwán.

En estos tiempos de guerras en Europa y Oriente Medio, cualquier paso hacia la reducción de las tensiones entre las dos principales potencias militares y económicas del mundo será muy bien acogido. Y para Xi, la reunión de los jefes de Estado de 21 países de Asia-Pacífico brinda además una excelente oportunidad para reanudar el diálogo con su homólogo estadounidense.

Este encuentro, que según la Casa Blanca se celebrará el 15 de noviembre, será el primer cara a cara entre ambos desde su reunión al margen de la Cumbre del G-20 en Bali hace un año en un momento en que las dos potencias redoblan sus esfuerzos para normalizar sus desgastadas relaciones.

Tras la reunión de Bali, quedó clara la intención de los dirigentes de adoptar nuevas medidas para estabilizar la complicada situación. De hecho, estaba previsto que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, visitara el país en febrero para preparar un nuevo cara a cara entre los dos jefes de Estado. Sin embargo, el inesperado descubrimiento de un supuesto globo de vigilancia chino sobrevolando Estados Unidos desbarató de forma abrupta esos planes.

Un anticipo de las conversaciones entre Biden y Xi fue la visita a Pekín el 25 de octubre del gobernador de California, Gavin Newsom, el principal aspirante demócrata a la presidencia en 2024 si Biden se retira por motivos de salud, o en respuesta a las investigaciones del Congreso sobre sus finanzas personales y familiares.

Conflicto en Gaza

En esta histórica ocasión, ambos "discutirán asuntos de la relación bilateral, la continua importancia de mantener abiertas las líneas de comunicación y una serie de cuestiones regionales y globales", dijo el viernes en un comunicado la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Según fuentes de alto rango de la administración Biden, entre las cuestiones mundiales trataran desde el conflicto entre Israel y Hamás hasta la invasión rusa de Ucrania, las conexiones de Corea del Norte con Rusia, Taiwán, el Indo-Pacífico, los derechos humanos, el fentanilo, o la inteligencia artificial.

A la cabeza del orden del día para el líder chino figura el apoyo estadounidense a Taiwán, especialmente de cara a las elecciones de la isla previstas para enero de 2024. Biden tendrá la oportunidad de reiterar la prolongada política de su pais de no apoyar la independencia de Taiwán y de oponerse a cualquier cambio unilateral del statu quo en el estrecho. Por su parte, China considera Taiwán parte de su territorio y promete reunificarse con la democracia autogobernada algún día, por la fuerza si es necesario. En los últimos años, ha intensificado su campaña de intimidación militar en torno a la isla, enviando repetidamente aviones militares a la zona de identificación de defensa aérea y organizando maniobras militares de bloqueo a su alrededor.

A pesar de la falta de lazos diplomáticos formales con Taipéi, Washington mantiene desde hace tiempo la política de garantizar que pueda defenderse, y lo ha hecho mediante la venta regular de material militar.

Por otra parte, Biden podría instar a Xi a desempeñar un papel más productivo tanto en la guerra de Rusia en Ucrania como en la guerra entre Israel y Hamás, incluso presionando a Irán para que se abstenga de intervenir en este último conflicto.

Algunos observadores prevén que la reanudación del diálogo militar de alto nivel entre las dos naciones será otro destacado asunto a tratar, con el objetivo de evitar una crisis bélica y garantizar que no se produzcan malentendidos, especialmente en regiones conflictivas como el Mar de China Meridional y el estrecho de Taiwán.

Restricciones comerciales

En el plano económico, Estados Unidos está intensificando las sanciones contra empresas chinas, entre ellas Huawei. También está restringiendo las exportaciones de chips electrónicos sofisticados que podrían ser utilizados por el ejército chino. Por su parte, Pekín ha decidido restringir la exportación de materiales críticos utilizados en la fabricación de semiconductores.

Cabe destacar que, en la actualidad, la economía china atraviesa un momento difícil, debido a la debilidad del consumo, la caída del mercado inmobiliario, la ralentización de las exportaciones y la pérdida de confianza de los inversores extranjeros. Probablemente, estas adversidades reafirmen la necesidad de Xi de hacer patente que está esforzándose por estabilizar la relación bilateral con Washington, especialmente para apuntalar la confianza de los inversores extranjeros, que han dado la espalda a China este año.

Con todo, los expertos apuntan a que parece poco probable que Biden cambie significativamente su postura actual sobre China, que pretende frenar su crecimiento económico y limitar su influencia diplomática, manteniendo al mismo tiempo el dominio geopolítico estadounidense. Pero el think-tank Atlantic Council sugiere que mantener un diálogo abierto con Pekín le permitirá ganarse el apoyo de la opinión pública, ya que, según las encuestas, tan sólo el 13% de los estadounidenses desea un enfoque de confrontación con el gigante asiático.

Con la expectativa de unas elecciones dentro de 12 meses, Biden necesita un espaldarazo en las urnas y no puede mostrarse débil ante China. Las últimas encuestas sobre las próximas elecciones presidenciales le situaron ligeramente por detrás de Trump, a pesar de la creación récord de empleo y la inflación del 3,7%, cercana al nivel objetivo del 2% de la Reserva Federal estadounidense. La incertidumbre sobre quién podría ocupar la Casa Blanca en 2025 influirá en las expectativas chinas sobre la reunión. Así pues, es probable que el gobierno comunista no se comprometa a ningún acuerdo a largo plazo hasta después de las elecciones de 2024.