Guerra con Rusia

“He visto los drones ultrasecretos ucranianos y van a dejar atónitos a Putin. Me sentí como James Bond”

Kiev invita a un multimillonario británico a sus fábricas secretas para enseñarle el nuevo armamento

In this photo provided by Ukraine's 93rd Kholodnyi Yar Separate Mechanized Brigade press service, a soldier in a shelter gets ready to fire FPV drones towards Russian positions in a shelter in Kramatorsk direction, Donetsk region, Ukraine, Saturday, March 22, 2025. (Iryna Rybakova/Ukraine's 93rd Mechanized Brigade via AP)
Los drones se han convertido en una arma fundamental en la guerra de UcraniaASSOCIATED PRESSAgencia AP

Lord Ashcroft es un empresario y político británico, conocido por su trabajo como filántropo y por sus altas responsabilidades pasadas en el Partido Conservador. Y es un fan incondicional de la causa ucraniana frente a Rusia. Desde que ha visto los nuevos drones que fabrica el ejército de Zelenski lo es mucho más.

Hace unos días, Lord Ashcroft se montó en una furgoneta VW blanca sin distintivos y recorrió algunas de las carreteras nevadas de Ucrania para asistir en secreto a las nuevas armas que está preparando Kiev contra Rusia. Ahora ha contado su experiencia al diario británico Express, donde colabora, y, a tenor de lo que cuenta, el presidente ruso, Vladimir Putin, tiene motivos para estar preocupado.

“He visto los drones ultrasecretos ucranianos y van a dejar atónitos a Putin. Me sentí como James Bond”, afirma Ashcroft después de visitar una instalación de drones de alto secreto donde se exhiben las armas de última generación ucranianos que pueden atacar cada vez más profundamente en territorio ruso.

“Me llevaron a un destino altamente secreto para ver el trabajo de vanguardia del principal fabricante de drones del mundo -escribe el político-. Llegamos a un edificio gris y anodino y, minutos después, entraba en una enorme e impecable sala de exposición donde se exhibían cinco drones de alta tecnología. Me sentí como James Bond al ver a Q, el jefe de la división de investigación y desarrollo del Servicio Secreto Británico, mostrándole sus últimos dispositivos mortíferos”.

“Sin embargo, aunque eso era ficción, el armamento que tenía delante era muy real, al igual que mi anfitrión de la tarde, una figura sombría con el indicativo "Borets", el jefe del "9.º", un departamento de fuerzas especiales de la agencia de Inteligencia de Defensa de Ucrania”, continúa.

“Si las conversaciones de paz negociadas entre EE. UU. y el Reino Unido fracasan, es probable que se produzcan más ataques similares con estos vehículos aéreos no tripulados de última generación”, advierte.

El primer aparato en exhibirse fue el dron Beaver UJ-26, con una ojiva de 30 kilos, un alcance de casi 967 kilómetros y una velocidad máxima de 312 km/h. Este modelo se utilizó por primera vez para atacar Moscú, la capital rusa, hace menos de dos años.

De igual manera, Borets reveló que fue el dron Beaver, utilizado junto con misiles más convencionales, el que causó pánico entre los líderes rusos al atacar el famoso puente Kerch, en Crimea, recuerda el artículo del Express.

“Le pregunté a Borets si alguna vez se habían utilizado para asesinar a figuras clave del enemigo. Hizo una larga pausa antes de responder "Tak" (que en ucraniano significa "sí"), pero se negó a dar más detalles”, explica Lord Ashcroft.

Los drones Beaver, con una envergadura de más de 4,8 metros y un coste de unas 80.000 libras cada uno, han demostrado ser difíciles de derribar o bloquear debido a su motor, vuelo bajo y alta velocidad. Como todos los drones aéreos, no están tripulados, lo que significa que, incluso si son interceptados, no se pierden vidas.