
Rutina de belleza
Por qué las azafatas usan pintalabios rojo (y cómo cuidan su piel en el aire)
Más que un gesto estético, su maquillaje y rutina de cuidado son parte de un ritual que les da energía y protege su piel en uno de los entornos más agresivos para el rostro

Viajar mucho te enseña a empacar mejor, a priorizar lo esencial y a mantener la compostura incluso cuando el cuerpo pide descanso. Pero hay un grupo que parece haberlo dominado a la perfección: las azafatas. Más allá de su uniforme, hay un gesto que llama la atención de muchos pasajeros frecuentes: el uso casi omnipresente del labial rojo. ¿Es una norma interna o una elección personal?
Para Deep Westacott, exazafata y hoy responsable regional en la aerolínea Cathay Pacific, la respuesta está en la energía que ese pequeño gesto transmite. "Cuando estás cansada, un poco de rojo te da un impulso", comenta en una entrevista para el medio Travel & Leisure. Y tiene sentido: es un color que ilumina el rostro, acentúa el uniforme y aporta una sensación de vitalidad cuando más se necesita.
Pero no todo es maquillaje. Quienes pasan tantas horas volando saben que el aire de cabina puede ser letal para la piel. Por eso, sus neceseres son un compendio de productos infalibles que cuidan cada paso de su rutina, incluso a 10.000 metros de altura.
El rojo como símbolo de energía y presencia

Más que un código estético, el labial rojo funciona como una herramienta emocional para muchas azafatas. Lejos de imponerlo como norma, las aerolíneas lo sugieren por el impacto positivo que tiene tanto en quien lo lleva como en quien lo ve. El rojo transmite seguridad, vitalidad y atención al detalle: cualidades clave cuando se trabaja cara a cara con cientos de personas a diario.
Además, al ser un color que contrasta con el uniforme y realza los rasgos, permite mantener una imagen cuidada con un solo gesto. El resultado: un look práctico y profesional que resiste las largas jornadas de vuelo.
Skincare a bordo: sueros, brumas y escudos hidratantes
Pero no todo se resuelve con un buen labial. La piel también sufre a bordo: la altitud, la presión y el aire seco hacen que se deshidrate, se irrite o se vea apagada. Por eso, las azafatas no solo cuidan su imagen: dominan rutinas de skincare eficaces que comienzan con sérums hidratantes y nunca olvidan un paso clave en el aire o en tierra: el protector solar.
Bruma de agua de rosas de Jurlique
En el aire, la piel pierde hidratación más rápido de lo habitual. Por eso, productos como el Jurlique Rosewater Balancing Mist, son un must en la rutina de la azafata. Ella lo aplica durante el vuelo para mantener la frescura.

Sérum antiedad de Clarins
Por su parte, Charissa Cooper, azafata de Emirates, tiene su propio combo de defensa: primero un sérum poderoso como el de Clarins, al que llama "el superhéroe del rostro". Según Cooper, las arrugas y el envejecimiento desaparecen. "Me gusta aplicarlo como primera capa para que actúe por completo antes de pasar al siguiente paso de cuidado de la piel", señala.

Crema hidratante de Tatcha
El siguiente paso que realiza la azafata es aplicar una crema con arroz púrpura japonés de Tatcha, que actúa como escudo contra rayos UV y contaminantes. "Es como ponerle un filtro de Instagram a tu cara", bromea.

Mascarilla Jet Lag de Summer Fridays
El cansancio no es una opción cuando se representa a una aerolínea, así que cada detalle cuenta. Cooper revela que una mascarilla ultra hidratante como la Jet Lag de Summer Fridays es su salvavidas semanal: "Es como un espresso para la cara", señala.

Vaselina para labios y ojeras
Para mantener los labios a salvo, las azafatas se ponen de acuerdo y prefieren lo clásico: la conocida Vaselina. "La aplico la noche antes y despierto con los labios perfectos para mi labial líquido", asegura Cooper. Y Westacott asegura que la vaselina también es su truco para disimular ojeras tras vuelos largos.
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