Socializar nunca había sido tan saludable

Llévame en tu bicicleta

Dar pedales es algo más que una alternativa al coche.

La modelo Doutzen Kroes con sus hijos Myllena y Phyllon Gorra, en bici por Ámsterdam
La modelo Doutzen Kroes con sus hijos Myllena y Phyllon Gorra, en bici por ÁmsterdamGTres

Rodar y rodar. Pero no en mood ranchera de Vicente Fernández. Más bien con una playlist en la que salte Desire de Calvin Harris o I’m Good de David Guetta. A tirar millas. Porque pedalear está in. Más que nunca. No solo como alternativa ecourbana para esquivar los atascos de hora punta. Más bien como terapia deportiva y social. Haga la prueba. Intente subir cualquier día de la semana al mallorquín monasterio de Lluc. Da igual la ladera elegida. Un goteo constante de ciclistas suben y bajan. Hasta colapsar la carretera. Un día tras otro. Cambie de escenario. Déjese caer en Vallter, en el Pirineo de Gerona. O por los caminos pedregosos de Becerril de la Sierra. Tres cuartos de lo mismo.

Carretera, montaña o gravel. La bicicleta resucita sin nostalgias. Y no para apalancarse frente a la tele para ver cómo sufren en el Giro o en el Tour los spin off de Indurain o Contador. Ahora el personal quiere experimentar en primera persona las dos ruedas. Fiebre del sábado por la mañana. Pero también de domingos y fiestas de guardar, si se tercia. El virus comenzó a contagiarse en la era pandémica. En la medida que el confinamiento entre cuatro paredes comenzaba a claustrofobizar a cualquier hijo de vecino, a la vez que los gimnasios se convertían en carne de cañón para endosarse el coronavirus, unos y otros se echaron a la calle. A una masa inquieta le dio por correr. Pero hay quien comenzó a adelantar a los runners, tirando de bici. De nada servía desempolvar del trastero ni la BH ni la de paseo. Tampoco emular a Pancho y a Bea con sus travesías veraniegas por Nerja a golpe de lágrima de Chanquete. El GPS vital inauguró otra ruta: moverse sin cortapisas como reacción a un encierro impuesto por una emergencia sanitaria.

Leonardo Dicaprio en bicicleta
Leonardo Dicaprio en bicicletaGTres

De un día para otro comenzaron a agotarse las máquinas, los cascos, los maillots. Hasta la fecha. El boom del ciclismo de nueva hornada desató la puesta a punto de la indumentaria con la actualización del diseño de las prendas para adaptarse incluso a las tendencias de la pasarela… Y tiendas en cada esquina que dejan de ser meras expendedoras de producto, para convertirse en auténticos espacios de afterwork sin gin-tonics. Un auge inesperado lo ha vivido en primera persona Daniel Caballero “Ha habido un bike boom. La bici se ha convertido en medio para conseguir la libertad”, admite el store manager en la madrileña calle Príncipe de Vergara de Trek Bicycle, firma de referencia norteamericana de bicis de gama alta. “Yo mismo me sorprendí del auge. Y aunque ahora se ha estabilizado, lo cierto es que ha llegado para quedarse”, comenta, sabedor de que, al igual que sucede con otras disciplinas, hay quien se pega el atracón durante tres semanas y de inmediato lo deja por empacho. 2 4 “Por eso, es fundamental dar opciones para mantenerse: motivar con retos, acompañar con asesoramiento y crear comunidad”.

Es precisamente esta conciencia colectiva la que parece ser el signo distintivo de este repecho popular que parece salvar cualquier desnivel. “Tener a otro al lado permite mantener la constancia cuando falla la energía y la motivación”, aprecia Daniel. De hecho, desde Trek promueven quedadas con un poder de convocatoria, a priori, impensable. Para ello, echan mano de embajadores que proponen retos que inyectan un espíritu de superación que funciona. Uno de esos abanderados es Tito Mauna, personal trainer que ha tenido que habilitar una nueva línea de servicios, Push Rider, para responder a la demanda generada entre sus clientes. Así, ofrece un 360 que incluye entrenos, nutrición y coach en línea 24/7 por WhatsApp y preparación específica para carreras, triatlones, ironman… “Frente a una primera impresión que lo vincula a una práctica de lobos solitarios, esta nueva era tiene un elemento socializador”, remarca Tito. De hecho, él mismo convoca retos que se convierten en punto de partida para que personas que no se conocen queden simplemente para compartir una aventura. “Se establece así una red emocional, en la que se tejen relaciones personales y motivacionales para superar tus limitaciones, para mejorar tu condición física, para crecer”. Se van generando así grupos informales de ‘adictos’ a las dos ruedas. Pero, también, selectos clubes solo aptos para quienes tienen unos cuantos ceros en su cuenta corriente, como el Gregarios londinense, que incluso tiene lista de espera.

Kate Middleton, Princesa de Gales
Kate Middleton, Princesa de GalesGTres

Pero, por encima de este extremo british, rodar es punto de encuentro integrador y transversal. O dicho de otro modo. Un deporte de base que, lo mismo practica un adolescente que un anciano sin exigir a priori un gran desembolso. Así, acaban subiendo un puerto en un mismo pelotón un auditor con un albañil que una cajera con una abogada del Estado. Y lo mismo te puedes encontrar pedaleando a Matthew McConaughey que a Zac Efron o a David Bisbal, a Pippa Middleton que Jennifer Lopez.

Sí, porque esto es también para ellas. Y esta es una de las singularidades de esta rentrée ciclista. Tradicionalmente pilotado por los hombres, las metas volantes se coronan también en femenino. “Entre mis clientas hay perfiles de lo más variopinto, desde una banquera de alto estatus, madre de dos hijos y que busca un reto personal que la evada de lo laboral y lo familiar, a una influencer que busca simplemente divertirse, pasando por alguien que necesita desestresarse pedaleando a mil por hora o el ejecutivo que se sirve del silencio de la carrera para organizar su próximo proyecto”. Pero ¿cómo llegan a dejarse engatusar por un casco y un maillot? Mauna responde: “La gente sale una primera vez con la bici y en cuanto rompe esa primera barrera, el resto está hecho, porque libera endorfinas, mejora el ritmo cardiaco y no genera impacto. En pocas semanas ves cómo se convierte en un reto personal hacer más kilómetros o rodar más rápido, pero también de buscar una máquina más ligera o un reloj último modelo”, explica el entrenador personal.

Quien ha experimentado este enganche en su propia piel es Rafael Medina, que se dejó conquistar por las dos ruedas mucho antes del desembarco postpandémico. “En el 1999 mi tío Antonio Abascal me llevó a hacer el camino de Santiago en bicicleta. Entonces éramos cuatro gatos. Viéndolo con los ojos de entonces, la evolución ha sido brutal”, detalla el duque de Feria, que acumula competiciones de Marruecos a Sudáfrica. “No te metes a triatleta de primeras –advierte–, primero necesitas coger fondo y encontrarte en tus tres puntos de apoyo: sillín, pedal y manos”. Rafael no se baja de la bici a pesar de una lesión por jugar al pádel que 2 le frenó en seco en agosto. Es más, ha estado parado hasta hace apenas mes y medio: “Ahora estoy regresando con suavidad, porque el cuerpo se tiene que readaptar”. Y es que, para Medina “es mucho más que un deporte. Te permite desconectar del trabajo, pero a la vez, puede generar oportunidades de negocio por conversaciones que surgen en un ambiente tan distendido como un café en un receso a mitad de una salida”, añade.

Emma Tallulah Behn, hija de la princesa Marta Luisa de Noruega y del escritor Ari Behn
Emma Tallulah Behn, hija de la princesa Marta Luisa de Noruega y del escritor Ari BehnGtres

Y si no tiene problema alguno en pedalear fuera de la ciudad, en la urbe lleva más precauciones, a pesar del auge de las bicis eléctricas: “En Madrid, tanto por la propia orografía de la capital como por el alto volumen de coches, resulta complicado, pero a la vez en estos últimos años se están poniendo facilidades para una convivencia entre coches y ciclistas”.