Política

Conflictos laborales

Colau promete rebajar la T-Mes de 54 a 40 euros

Plantea un recargo en la tasa turística para reducir el precio a los usuarios más asiduos

Ada Colau propone que la T-Jove pase a ser mensual y cueste 30 euros cada mes en vez de los 105 trimestrales, también que la t-16 se amplíe a tres zonas
Ada Colau propone que la T-Jove pase a ser mensual y cueste 30 euros cada mes en vez de los 105 trimestrales, también que la t-16 se amplíe a tres zonaslarazon

Ada Colau llegó esta mañana a la sede de la Agencia Efe, donde tenía una de las citas ineludibles de la campaña, una rueda de Prensa con preguntas de los periodistas sobre su proyecto, dispuesta a vender una idea: rebajar las tarifas de transporte público. Con el pretexto de premiar a los ciudadanos que más utilicen el transporte público, uno de los pilares de la lucha contra la contaminación en Barcelona, plantea reducir la T-Mes de 54 a 40 euros. Quiere que la T-Mes pase a ser el título de transporte público más utilizado. Ahora, el más utilizado es la T-10: cuesta 10,20 euros por diez viajes, supone un ahorro considerable respecto a billete sencillo que cuesta 2,20. Un “dineral” que los usuarios habituales tienen que pagar cuando se despistan y se encuentran en el autobús con que se les ha agotado una de las tarjetas multiviajes, pues la tecnología avanza a pasos de gigante, pero los autobuses siguen vendiendo solo billetes simples.

El otro título que Colau quiere rebajar es la T-Jove. Propone que pase se ser trimestral a mensual y que cueste 30 euros mensuales en vez de los 105 trimestrales que se pagan actualmente. También plantea que la T-16, para los menores de 16 años, pase de cubrir de una zona a tres.

Para animar a los ciudadanos a aparcar el coche, propone, además, aumentar un 30% la capacidad del transporte público, aumentar el paso del metro a dos minutos, y modificar tarifas para los usuarios que vienen de fuera de Barcelona.

Para financiar estas rebajas y aplicar estas mejoras, pide que el Ayuntamiento de Barcelona recaude el cien por cien de la tasa turística y que en ella haya un recargo que se destine directamente a transporte.

Vino dispuesta a hablar de transporte público, pero acabó hablando de pactos postelectorales. Porque en un escenario tan fragmentado, con siete partidos con posibilidades de tener representación y unas encuestas que no dan al candidato más votado más de 10 u 11 concejales de los 41 en juego, los pactos postelectorales serán claves.

Seran decisivos, porque según las encuestas, el candidato más votado no recibirá más de 10 o 11 regidores de los 41 que tiene el Ayuntamiento.

Colau volvió a tender la mano a Pedro Sánchez para gobernar España. Dijo que si Podemos entra en el futuro Gobierno, podría lograr más inversión en transporte público. También mejoras en Cercanías y regular el precio del alquiler.

Para cerrar un presunto pacto en el Ayuntamiento de Barcelona, en caso de tener un resultado que lo permite, Colau sólo prevé dialogar con las izquierdas, esto es con Ernest Maragall (ERC) o Jaume Collboni (PSC). Llamó tanto a uno como a otro a distanciarse de las derecha. A Maragall, a poner tierra de por medio con Junts per Catalunya, con quien puede entenderse en clave autonómica. Y a Collboni, a olvidarse de Ciudadanos y volver a desplazarse a la izquierda. Colau admitió que la ruptura del pacto que tenía con el PSC a principios de esta legislatura fue “dolorosa”. Pero no le guarda rencor y vuelve a tenderle la mano. La dinámica obliga a entenderse.