Madrid

Mar de Ontígola, patrimonio del mundo

La Asamblea pide la reversión de la obra hidráulica de la época del Renacimiento al Ayuntamiento de Aranjuez, que cedió al Estado en 1996

Mar de Ontígola, espacio natural y reserva de AranjuezRubén Mondelo
Mar de Ontígola, espacio natural y reserva de AranjuezRubén MondeloRuben MóndeloLa Razón

El duro letargo forzado por la pandemia está perjudicando especialmente a sectores vinculados de manera estrecha a nuestra forma de ser y de vivir. Sectores como el turismo, la hostelería y la cultura que han contribuido también –con un gran valor añadido, señor ministro Garzón– a la percepción con la que España y los españoles somos tan positivamente reconocibles fuera de nuestras fronteras.

En Madrid somos conscientes de lo que nos estamos jugando. Por eso, a la vez que se ha alentado a los sectores de la cultura y la hostelería a mantener su actividad, con todas las garantías sanitarias, se han multiplicado las medidas de diagnóstico, de vigilancia y de aislamiento de las zonas con altos contagios.

Ni Madrid ni los madrileños vamos a doblar la rodilla. Habrá un día después. Y tenemos que determinar muy bien donde están nuestras fortalezas. Este compromiso tiene en la conservación y proyección de nuestro patrimonio histórico-artístico una singular dimensión.

Hoy Madrid es patrimonio del mundo. Contamos con cuatro declaraciones de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad –el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, la Ciudad de Alcalá de Henares, el Paisaje Cultural del Real Sitio de Aranjuez y el Hayedo de Montejo– y estamos trabajando en una quinta, el Paisaje Cultural de El Retiro y el Prado, impulsada con Ana Botella como alcaldesa de la capital.

Nos falta quizá pensar y actuar en total correspondencia con esa dimensión como patrimonio del mundo. Por eso es tan de reconocer la decisión de la alcaldesa de Aranjuez, María José Martínez de la Fuente, una gran experta en patrimonio cultural, de reclamar la restauración y conservación de la presa de «Mar de Ontígola», una obra hidráulica de tiempos del Renacimiento, construida por Felipe II para naumaquias, reposo de aves y riego de los jardines del Real Sitio. Sin realizaciones hidráulicas como «Mar de Ontígola», no se entiende el Paisaje Cultural de Aranjuez.

El paso previo para acometer este proyecto de recuperación es la reversión del bien al Patrimonio del Estado, que lo cedió al Ayuntamiento de Aranjuez en 1996. Por eso, la Asamblea de Madrid aprobó por unanimidad el pasado martes la moción presentada por el Partido Popular para reclamar esta reversión, reclamada a su vez por todos los grupos políticos de la Corporación ribereña. Creo que esta doble unanimidad es la mejor prueba de la sensibilidad que existe en nuestra sociedad hacia el patrimonio cultural en su más amplia definición, como un factor clave de la fortaleza del futuro de Madrid y de toda España.