Ayuso se planta frente al «acoso» de Sánchez

En un año político decisivo, que tiene como fecha de fin de curso mayo de 2023, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quiso dibujar ayer, durante el Debate del Estado de la Región, una acción de gobierno a base de gestión con una cascada de proyectos que parecía no tener fin y que fue lanzando uno tras otro, consejería por consejería, hasta superar el medio centenar de iniciativas. Un programa de acción de Gobierno con el que trató de definir su perfil político, en el extremo opuesto al de Pedro Sánchez, con el que trató de medir fuerzas hasta acabar despedazando su gestión en la Cámara de Vallecas y tratando de demostrar que otra política es posible. Por eso, durante 25 minutos, casi una cuarta parte del tiempo que duró su discurso, se centró en poner patas arriba la gestión de Sánchez convertida casi en lamento por la «situación insostenible en el que nos ha sumido Sánchez», por sus «políticas erráticas», la «falta de transparencia, incompetencia e ideologización que está erosionando las rentas de las familias», por la pobreza energética y la subida de la luz en más de un 500 por ciento, por la inflación, por querer cerrar Madrid durante la pandemia, por su «autoritarismo», por «entregar la soberanía nacional a los independentistas»...Un cúmulo de reproches que fue aderezado con un listado completo del número de altos cargos socialistas que han sido condenados, el cubo de corrupción que Ayuso lanzó a la cara de Pedro Sánchez desde el atril de la Asamblea de Madrid.

La lideresa madrileña volvió a denunciar el «acoso por un Gobierno que no escatima medios para atacar nuestras políticas». Frente a esta situación, Ayuso se erigió en defensora de España, propugnó «otro modo de ver la vida y modelo de sociedad» y enarboló la bandera de la libertad a la vista de que el país «se encamina al despropósito bolivariano».

Pero quiso dejar claro que, desde Madrid, defenderá con uñas y dientes sus políticas al poner especial énfasis en la expresión del presidente del Gobierno durante el Debate del Estado de la Nación, celebrado en julio pasado. «El presidente dijo: vamos a por todo; y yo le respondo: todo, menos la Comunidad de Madrid». Quiso incluso ahondar en la expresión haciendo su propia interpretación: «A por todo es a por toda la institución que le recuerde a este Gobierno dónde están los límites, empezando por los contrapoderes del Estado como la Prensa que hace su trabajo, el poder judicial o instituciones que han sido tomadas al asalto». Y en este punto citó el INE, el CIS, el CNI, El Consejo Nacional del Mercado de Valores, Indra, Loterías, RTVE, Renfe, Adif, Enresa, Tabacalera, Correos e incluso el Comité de Bioética, al que han cambiado el nombre, según dijo.

Durante su discurso no pasó por alto el hecho de que el único consejero que recibió una felicitación expresa de la presidenta regional fue Enrique López, el ex magistrado y ahora consejero de Presidencia, Justicia e Interior. El hecho tiene interés en la medida en que fue uno de los «señalados» de Ayuso tras la era Casado. La felicitación a él y a su equipo tuvo que ver con la gestión que ha hecho este verano de los incendios forestales, que se han reducido más que otros años, mientras que en el resto de España han aumentado en un verano que «parece sacado del infierno».

Entre la multitud de anuncios que lanzó Ayuso, tienen especial interés los dirigidos al ámbito educativo, con la subida salarial para los docentes madrileños de hasta 1.260 euros, o las que afectan a la fiscalidad, ya que se adelanta a este año la deflactación del IRPF autonómico. En 2023 habrá ayudas para afrontar las consecuencias de la situación económica agravada por la inflación y las subidas energéticas y se creará una deducción de 500 euros por el cuidado de mayores de 65 años o con discapacidad en el ámbito familiar. Asimismo propuso medidas para facilitar la emancipación de los jóvenes, aunque, sin duda, una de las medidas estrella fue la tarifa cero para nuevos autónomos en sus cotizaciones a la Seguridad Social durante los dos primeros años. Con todo, Ayuso se mostró cauta y, a modo de homenaje a Javier Marías, le citó para recordar que «Nada está nunca ganado eternamente».