Madrid medirá este año con evaluaciones lo que aprenden los alumnos, frente a la decisión del Gobierno de aplazarlas a 2024

La pandemia dejó a oscuras a la educación sobre el nivel educativo de los niños españoles. El Gobierno central decidió suprimir por decreto las evaluaciones que entonces estaban previstas en 4º y 6º de Primaria, precisamente coincidiendo con el final de etapa, lo que impidió saber lo que los alumnos aprendían realmente. Estas evaluaciones son los mecanismos de control que tiene el sistema y permiten constatar que los alumnos han adquirido los conocimientos que necesarios al final de cada etapa. La nueva ley educativa impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez prevé que se sigan haciendo con carácter muestral, como hasta ahora, aunque cada dos años, a finales de 6º de Primaria y 4º de la ESO, sin que se hagan públicos los datos. Sin embargo, el Gobierno retrasará hasta 2024 las pruebas oficiales que regula la ley para poder constatar el efecto de la nueva ley educativa, aunque se hará una experimental este año con el sistema Lomloe, “para saber cómo funciona el modelo de evaluación, pero sin ningún valor”, según aseguran desde el Ministerio de Educación y FP.

La Comunidad de Madrid, sin embargo, medirá desde este mismo año lo que aprenden los alumnos. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado hoy, durante su visita al colegio Antonio Machado, que el Gobierno regional va a retomar este curso estas pruebas externas para evaluar a los cerca de 65.000 alumnos de 4º de Educación Secundaria Obligatoria de la región con el objetivo de medir el desarrollo de los conocimientos y competencias adquiridos.

Las evaluaciones serán censales y se llevarán a cabo en el próximo mes de abril en los cerca de 800 centros públicos, concertados y privados madrileños que imparten estas enseñanzas. En esta ocasión se ha escogido a los escolares de 4º de la ESO, ya que fueron los que las hicieron en 6º Primaria en 2018/19, curso inmediatamente anterior a la aparición del COVID-19 y en el que todavía no ha entrado en vigor la reforma educativa (se aplica ya solo en cursos impares).

De esta manera, se podrá tener un seguimiento de la evolución de los resultados. La idea es mantener el mismo diseño con el fin de obtener una información comparable de los resultados obtenidos antes de su suspensión. Las materias de las que se examinarán los alumnos serán Lengua Castellana y Literatura, Primera Lengua Extranjera–Inglés, Matemáticas - tanto las orientadas a las Enseñanzas Académicas como a las Enseñanzas Aplicadas - y Geografía e Historia.

Como novedad, se desarrollarán en formato digital, ya que “con la pandemia el uso de herramientas digitales se ha generalizado y los niños están suficientemente familiarizados con ellas, dado que es un recurso que se está incorporando progresivamente en los centros madrileños. Además, de este modo, se podrá comprobar cómo los escolares se enfrentan a pruebas digitales, ya que la tendencia de los estudios internacionales es que se hagan en dicho formato. Al mismo tiempo, permitirá verificar la robustez del sistema para hacerlo de este modo y así conseguir más recursos para afrontar futuros retos”, aseguran desde la Comunidad de Madrid.

Las evaluaciones que realizará Madrid en nada tendrán que ver con las que realice el Ministerio en aplicación de la nueva ley educativa en que serán siempre anónimas, no servirán para hacer rankings, ni de centros ni de comunidades autónomas. Servirán para evaluar el sistema educativo español, pero no para establecer competencias entre territorios o centros escolares.